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Los Bombardeos Atomicos de Hiroshima y Nagasaki
por El Distrito de Ingenieros de Manhattan
Los Bombardeos Atómicos de Hiroshima y Nagasaki
por El Distrito de Ingenieros de Manhattan
29 de junio de 1946
INDICE
PREFACIO
INTRODUCCIÓN
EL GRUPO INVESTIGADOR DEL PROYECTO MANHATTAN
PROPAGANDA
SUMARIO DE DAÑOS Y LESIONES
CONCLUSIONES FUNDAMENTALES
LA SELECCIÓN DEL OBJETIVO
DESCRIPCIÓN DE LAS CIUDADES ANTES DE LOS BOMBARDEOS
LOS ATAQUES
COMPARACIÓN GENERAL DE HIROSHIMA Y NAGASAKI
DESCRIPCIÓN GENERAL DEL DAÑO A CAUSA DE LAS BOMBAS ATÓMICAS
LOS CALCULOS DE PRESIÓN DE CRESTA DE LA ONDA DEL ESTALLIDO
DAÑO DEL ESTALLIDO DE LARGO ALCANCE
CHOQUE DE TIERRA
ESCUDO DE LA EXPLOSIÓN
QUEMADURA DE RÁFAGA
CARACTERÍSTICAS DE HERIDOS A PERSONAS
QUEMADURAS
DAÑOS MECÁNICOS
DAÑOS DEL ESTALLIDO
DAÑOS A CAUSA DE LA RADIACIÓN
ESCUDO DE LA RADIACIÓN
EFECTOS DE LOS BOMBARDEOS ATÓMICOS SOBRE LOS HABITANTES DE LAS CIUDADES
APÉNDICE: cuenta al testigo ocular de Padre Siemes
PREFACIO
Este reporte describe los efectos de las bombas atómicas que
bombardearon las ciudades de Hiroshima y Nagasaki el 6 y el 9 de agosto
de 1945, respectivamente. Resume toda la información que está
disponible sobre daño hecho a estructuras, heridas a personal,
consecuencias morales, etcétera, que puede ser dado al público sin
perjudicar la seguridad de los Estados Unidos.
Este reporte ha hecho referencia al Distrito de Ingenieros de Manhattan
del Ejército de los Estados Unidos bajo la dirección del Mayor General
Leslie R. Groves. Reconocimiento especial a ellos cuyo trabajo
contribuyó grandemente a este reporte:
El Grupo Investigador Del Distrito Especial de Ingenieros de Manhattan
La Inspección Estratégica De Bombardeo De Los Estados Unidos
La Misión Británica al Japón, y
El Grupo Investigador Unido (Médico) De La Bomba Atómica, y
particularmente a los individuos siguientes:
Coronel Stafford L. Warren, Cuerpo Médico, Ejército De Los Estados
Unidos, para su evaluación de datos médicos,
Cap. Henry L. Barnett, Cuerpo Médico, Ejército De Los Estados Unidos,
para su evaluación de datos médicos,
Dr. R. Serber, por su comentario al sujeto de quemadura de ráfaga,
Dr. Hans Bethe, Cornell University, por su información sobre las
características de las explosiones atómicas,
Mayores Noland Varley y Walter C. Youngs, Cuerpo de Ingenieros,
Ejercito De Los Estados Unidos, por su evaluación de daño físico a
estructuras,
J.O. Hirschfelder, J.L. Magee, M. Hull, y S.T. Cohen, del Laboratorio
de los Alamos, por sus datos sobre explosiones nucleares,
Tnte. Coronel David B. Parker, Cuerpo de Ingenieros, Ejército de los
Estados Unidos, por repasar este reporte.
INTRODUCCION
Declaración del Presidente de los Estados Unidos: Hace dieciséis horas
un avión lanzó una bomba sobre Hiroshima, Japón, y destruyó su utilidad
para el enemigo. Esa bomba tuvo más poder que 20.000 toneladas de
T.N.T. Tuvo más de dos mil veces el poder de la British Grand Slam, que
es la bomba más grande que fue jamás usada en la historia de la guerra.
Estas palabras fatales del Presidente el 6 de agosto de 1945, señaló el
primer anuncio público de la realización científica la más grande en
historia. La bomba atómica, que fue examinada por la primera vez en
Nuevo México el 16 de julio de 1945, acaba de ser usada contra un
objetivo militar.
El 6 de agosto de 1945, a las 8:15 a.m., hora japonés, un B-29
bombardero pesado que volaba a una altitud muy alta lanzó la primera
bomba atómica sobre Hiroshima. Más de 4 millas cuadradas fueron
devastadas instantáneamente y completamente. 66.000 personas fueron
asesinadas, y 69.000 fueron lesionadas.
El 9 de agosto, tres días después, a las 11:02 a.m., otro B-29 lanzó la
segunda bomba sobre la sección industrial de la ciudad de Nagasaki, que
destruyó 1 1/2 millas cuadradas de la ciudad totalmente, mató a 39.000
personas, y lesionó 25.000 otros.
El 10 de agosto, el día después del bombardeo de Nagasaki, el gobierno
japonés pidió que Japón fuera autorizado a rendirse bajo las
condiciones de la declaración Potsdam del 26 de julio que rechazó
previamente.
EL GRUPO INVESTIGADOR DE LA BOMBA ATÓMICA DEL PROYECTO MANHATTAN
El 11 de agosto de 1945, dos días después del bombardeo de Nagasaki, un
mensaje fue despachado al general de brigada Thomas F. Farrell, de
parte del Mayor Leslie R. Groves que fue su jefe de trabajo de la bomba
atómica y que le representó en operaciones en el Pacifico, le indicó
que organizara un Grupo Investigador Especial de la Bomba Atómica del
Proyecto Manhattan.
Este grupo fue para asegurar información secreta científica, técnica, y
médica en el campo de la bomba atómica dentro Japón tan pronto como fue
posible, después que pasaron las hostilidades. La misión tuvo que
consistir con tres grupos:
1. Grupo para Hiroshima
2. Grupo para Nagasaki
3. Grupo para asegurar información que concierne a actividades
generales japonesas en el campo de bombas atómicas.
Los primeros dos grupos fueron organizados para acompañar las primeras
tropas americanas a Hiroshima y Nagasaki.
Los propósitos principales de la misión fueron los siguientes:
1. Estar seguro de que no hubiera peligros no comunes en las ciudades
bombardeadas.
2. Asegurar toda información posible que concierne los efectos de las
bombas, tanto usual como inusual, y particularmente con respecto a
efectos radioactivos, si los hay, en los objetivos o en otra parte.
General Groves declaró además que todo personal especialistas que
estuvieran disponibles serían enviados de los Estados Unidos, y que el
jefe supremo aliado en el Pacífico sería informado sobre la
organización de la excursión.
El mismo día, el 11 de agosto, el personal especial que formaron la
parte del grupo investigador que sería enviado de los Estados Unidos
fueron seleccionados y ordenados a California con instrucciones de
cruzar el océano inmediatamente para realizar los propósitos declarados
en el mensaje a General Farrell. El grupo principal partió de Campo
Hamilton, California, la mañana del 13 de agosto y llegó en las
Marianas el 15 de agosto.
El 12 de agosto el jefe del estado mayor envió el mensaje siguiente al
Comandante:
PARA MACARTHUR, FIRMADO MARSHALL:
GROVES HA ORDENADO A FARRELL A TINIAN QUE ORGANIZE UN GRUPO CIENTÍFICO
DE TRES SECCIONES PARA USO POTENCIAL EN JAPÓN SI TAL USO SERÍA DESEADO.
EL PRIMER GRUPO ES PARA HIROSHIMA, SEGUNDO PARA NAGASAKI, Y EL TERCER
PARA EL PROPÓSITO DE ASEGURAR INFORMACIÓN QUE CONCIERNE A ACTIVIDADES
JAPONESAS GENERALES EN EL CAMPO DE ARMAS ATÓMICAS. LOS GRUPOS PARA
HIROSHIMA Y PARA NAGASAKI DEBEN ENTRAR ESAS CIUDADES CON LAS PRIMERAS
TROPAS AMERICANAS PARA QUE ESTAS TROPAS NO SEAN SUJETAS A CUALQUIER
EFECTO POSIBLE QUE SEA TÓXICO AUNQUE NO TENEMOS CAUSA QUE CREER QUE TAL
EFECTO EXISTE VERDADMENTE. FARRELL Y SU ORGANIZACIÓN TIENEN TODA LA
INFORMACIÓN DISPONIBLE SOBRE ESTE SUJETO.
General Farrell llegó a Yokohama el 30 de agosto, con el comandante en
general del octavo ejército; Coronel Warren, que fue el Jefe de la
División Radiologica del Distrito, llegó el 7 de septiembre. El cuerpo
principal del grupo investigador llegó más tarde. Inspecciones
preliminares de Hiroshima y de Nagasaki fueron hechas los días 8 y 9 de
septiembre y los días 13 y 14 de septiembre, respectivamente. Miembros
de la prensa fueron autorizados a seguir al General Farrell a
Hiroshima.
Los grupos especiales pasaron 16 días en Nagasaki y 4 días en
Hiroshima, durante los cuales coleccionaron tanta información que fue
posible bajo sus ordenes que demandaban un reporte pronto. Después que
General Farrell volvió a los Estados Unidos para hacer su reporte
preliminar, los grupos fueron dirigidos por el General de Brigada J.B.
Newman, Hijo. Exámenes más extensivos han sido hechos desde ese tiempo
por otras agencias que tuvieron más tiempo y personal disponible para
el propósito, y mucho de sus datos adicionales revelaron más los
efectos de los bombardeos. Estos datos han sido debidamente
considerados para hacer este reporte.
PROPAGANDA
El día después del ataque de Hiroshima, General Farrell recibió
instrucciones del Ministerio de Guerra que participe en una campaña de
propaganda contra el Imperio Japonés en conexión con el nuevo proyectil
y su uso contra Hiroshima. La campana tenía que incluir folletos y
cualquier otra propaganda considerada apropiada. Con la cooperación
completa de CINCPAC de la armada y de las Fuerzas Aéreas Estratégicas
de los Estados Unidos, el inició rápidamente una campaña que incluyó la
preparación y distribución de folletos, radiando por vía onda corta
cada 15 minutos sobre radio Saipan y también usó la imprenta de Saipan
para distribuir sobre el Imperio Japonés periódicos con fotografías y
descripciones del ataque de Hiroshima.
La campaña propuso:
1. Distribución de 16.000.000 de folletos en un espacio de tiempo de 9
días en 47 ciudades japonesas con una población de más de 100.000.
Estas ciudades representaron más de 40% de la población total.
2. Radiodifusión de propaganda a intervalos regulares sobre radio
Saipan.
3. Distribución de 500.000 periódicos en japonés incluyendo cuentos y
fotografías de los ataques de bombas.
La campana continuó hasta que los japoneses comenzaron sus
negociaciones de rendición. Al mismo tiempo 6.000.000 de folletos y un
gran número de periódicos se tiraran sobre las ciudades. Las
radiodifusiones en japonés estaban realizadas a intervalos regulares de
15 minutos.
RESUMEN DE DAÑOS Y LESIONES
Las dos bombas atómicas de Hiroshima y de Nagasaki mostraron efectos
similares.
Los daños a estructuras hechas por el hombre y a otros objetos
inanimados en las dos ciudades fueron el resultado de los efectos
siguientes de la explosión:
A. Estallido o onda de presión similar con ése de explosiones normales.
B. Incendios primarios, es decir, esos incendios que comenzaron
instantáneamente por el calor que la explosión atómica soltó.
C. Incendios secundarios, es decir, esos incendios que resultaron del
desplome de edificios, daño a sistemas eléctricos, el vuelco de
estufas, y otros efectos primarios del estallido.
D. Difusión de incendios originales (B y C) a otras estructuras. Las
casualidades sufridas por los habitantes de las dos ciudades fueron a
causa de:
A. Quemaduras de ráfaga, causadas directamente por la radiación casi
instantánea de calor y de luz al momento de la explosión.
B. Quemaduras que resultaron de incendios causados por la explosión.
C. Daños mecánicos causados por el vuelco de edificios, escombro
volando, y personas tiradas por las ondas de presión.
D. Daños de radiación causados por la radiación instantánea que penetró
(en muchos conceptos similar a la exposición excesiva de los rayos X)
de la explosión nuclear; todas estas radiaciones efectivas ocurrieron
durante el primer minuto después de la iniciación de la explosión, y
casi todas ocurrieron durante el primer segundo de la explosión.
Ningunas casualidades fueron sufridas a causa de radioactividad
persistente de productos de fisión de la bomba, o cualquiera
radioactividad inducida de objetos cercas de la explosión. Las
radiaciones gamma emitidas por la explosión nuclear no causaron, por
supuesto, ningún daño a las estructuras.
El número de casualidades que resultó solamente por el efecto del
estallido (es decir a causa de presión simple) fue probablemente
insignificante comparado con lo que fue causado por otros efectos.
Las porciones centrales de las ciudades debajo de las explosiones
sufrieron casi destrucción completa. Los únicos objetos que
sobrevivieron fueron las estructuras de un pequeño número de edificios
fuertes de concreto reforzado que no fueron derrumbadas por el
estallido. La mayoría de estos edificios sufrieron daño extensivo a
causa de los incendios interiores, y sus ventanas, puertas, y
particiones fueron abofeteadas, y todas otras fijaciones que no fueron
partes integrales de las estructuras de concreto reforzado fueron
consumidas por el incendio o se fueron llevada; las casualidades de
tales edificios cercas del centro de la explosión fueron casi 100%. En
Hiroshima incendios aparecieron simultáneamente por todo el terreno
central vasto y llano de la ciudad; estos incendios combinaron pronto
para crear una tormenta de incendio (vientos fuertes que soplan hacia
el centro de una conflagración grande) similar con ésas causadas por
ataques incendiarios masivos; la conflagración resultante terrífica se
quemó por completo casi todo que no fue ya destruido por el estallido
en una área aproximadamente circular de 4.4 millas cuadradas a la
redonda del punto exactamente bajo la explosión (este punto se asignará
como X en lo sucesivo). Incendios similares comenzaron en Nagasaki,
pero no resultó una tormenta de incendios como en Hiroshima a causa de
la forma irregular de la ciudad.
En las dos ciudades el estallido destruyó todo completamente adentro de
un radio de 1 milla del centro de la explosión, aparte de estructuras
de concreto reforzado como se nota arriba. La explosión atómica
destruyó casi completamente la identidad de Hiroshima como una ciudad.
Más de un cuarto de la población fue matada de un solo golpe y un
cuarto adicional fue lastimada gravemente, de modo que aun cuando no
había daño a estructuras o a instalaciones la vida urbana normal había
estado completamente destrozada. Casi todo fue dañado fuertemente hasta
un radio de 3 millas a causa del estallido, y más lejos de este daño de
distancia, aunque comparativamente ligero, daño extendió para algunas
más millas. Vidrio fue roto hasta 12 millas.
En Nagasaki, un terreno más pequeño de la ciudad fue destruido
actualmente que en Hiroshima, porque las colinas que cercaron la área
del objetivo limitó la extensión del estallido enorme; pero examinación
prudente de los efectos de la explosión dieron testimonio de los
efectos del estallido más grandemente que en Hiroshima. Destrucción
total esparzo por una área de 3 millas cuadradas. Más de un tercio de
los 50.000 edificios en la área del objetivo de Nagasaki fueron
destruidos o seriamente dañados. La destrucción total de las obras
enormes de acero y de la fábrica de torpedos fue especialmente
impresionante. Las estructuras de acero de todos los edificios a una
milla de la explosión fueron alejadas, como por una mano enorme, del
punto de detonación. La área quemada severamente extendió por 3 millas
de longitud. Las laderas hasta un radio de 8.000 pies fueron tostadas,
dañándolas una apariencia otoñal.
CONCLUSIONES PRINCIPALES
Los siguientes son las conclusiones principales de una examinación
acabada de los efectos de las bombas lanzadas sobre Hiroshima y
Nagasaki:
1. Cantidades peligrosas de radioactividad persistente no fueron
presentes después de la explosión así fue determinado por:
A. Medidas de la intensidad de radioactividad al tiempo de la
investigación; y
B. Falta de evidencia clínica de personas dañadas por radioactividad
persistente.
Los efectos de las bombas atómicas sobre humanos fueron de tres tipos
principales:
A. Quemaduras, notables para (1) la gran área de tierra por la que
fueron infligidas y (2) la frecuencia de quemaduras de ráfaga causadas
por la radiación instantánea de calor.
B. Daños mecánicos, notables también para la vasta área en la que
fueron sufridos.
C. Efectos resultantes de radiación gamma penetrante. Los efectos de
radiación fueron a causa de descargo instantánea de radiación al
momento de la explosión y no fueron a causa de radioactividad
persistente (de productos de fisión o otras substancias cuya
radioactividad podría estar causada por proximidad a las explosiones).
Los efectos de las bombas atómicas sobre estructuras e instalaciones
fueron de dos tipos:
A. Destrucción causada por la grande presión del estallido; y
B. Destrucción causada por los incendios, comenzados directamente por
la inmensa radiación de calor, o indirectamente por el derrumbo de
edificios, de instalación alambica, etcétera.
4. El tonelaje actual de T.N.T. que habría causado el mismo daño de
estallido fue aproximadamente de la clase de 20,000 toneladas.
5. Con respecto a su altura de explosión, las bombas ejecutaron
exactamente conforme a su diseño.
6. Las bombas fueron puestas en tales posiciones que no podrían haber
hecho más daño en un punto alternativo de explosión a cualquiera de las
dos ciudades.
7. Las alturas de explosión fueron seleccionadas correctamente con
referencia al tipo de destrucción que fue seleccionada para causar.
8. La información colegida permitiría una predicción razonablemente
precisa del daño del estallido que probablemente estará causada en
cualquiera ciudad adonde una explosión atómica podría estar ejecutada.
LA SELECCIÓN DEL OBJETIVO
Algunas de las preguntas más frecuentes que conciernen a las bombas
atómicas son ésas que se refieren a la selección de los objetivos y la
decisión de cuando las bombas serían usadas.
La fecha aproximada para el primer uso de la bomba fue decidida en el
otoño de 1942 después que el ejército había asumido la dirección de
responsabilidad para el proyecto de la bomba atómica. A ese tiempo,
bajo las asunciones científicas que fueron correctas, el verano de 1945
fue citado como la fecha más probable cuando producción suficiente
habría estado realizada para hacer lo posible construir y usar una
bomba atómica. Fue esencial desarrollar la técnica para construir y
detonar la bomba antes de ese tiempo y hacer un número infinito de
desarrollos y exámenes científicos y de ingeniería. Entre el otoño de
1942 y junio de 1945, las probabilidades estimadas de suceso habían
escalado de cerca de 60% a más de 90%. Sin embargo, no fue hasta el 16
de julio de 1945 (la fecha del primer examen de escala entera que pasó
en Nuevo México), cuando fue probado conclusivamente que las teorías,
cálculos, e ingeniería fueron correctas y que la bomba sería exitosa.
El examen en Nuevo México fue 6 días después de que llegó el material
suficiente para la primera bomba. La bomba para Hiroshima estuvo lista
esperando mejor tiempo el 31 de julio, y la bomba de Nagasaki fue usada
tan pronto que usaron la de Hiroshima y fue practicable completar la
segunda misión.
El trabajo en la selección actual de los objetivos para la bomba
atómica comenzó en el otoño de 1945. Esto fue hecho con la cooperación
detenida del General Comandante, Fuerzas Aéreas del Ejército, y sus
Cuarteles Generales. Un número de expertos de varios terrenos ayudaron
en hacer el estudio. Estos incluyeron matemáticos, físicos teoréticos,
expertos sobre los efectos del estallido de bombas, consultantes de
tiempo, y otros especialistas. Algunas de las consideraciones
importantes fueron:
A. El alcance del avión que llevaría la bomba.
B. La calidad deseable de bombardeo visual para asegurar el uso más
efectivo de la bomba.
C. Condiciones probables de tiempo en las áreas de objetivo.
D. Importancia de tener un objetivo principal y dos objetivos
secundarios para cada excursión, para que si las condiciones del tiempo
prohibieran el bombardeo del objetivo habría por lo menos dos
substitutos.
E. Selección de objetivos para producir el efecto máximo militar sobre
el pueblo japonés y por eso más efectivamente acortando la guerra.
F. El efecto moral del enemigo.
Estas resultaron en las siguientes:
A. Como la bomba atómica fue creada para producir la cantidad más
grande de daño por efecto de estallido principal, y próximo más grande
por incendios, los objetivos deben contener un porcentaje grande de
edificios de estructuras construidos-contiguamente y otra construcción
que sería más susceptible a daño por estallido y por incendio.
B. El efecto máximo de estallido de la bomba fue calculado para
extenderse sobre un área de aproximadamente 1 milla en radio; por eso,
los objetivos seleccionados debían contener una área construida
densamente de esta dimensión a menos.
C. Los objetivos seleccionados debían tener un valor estratégico y
militar alto.
D. El primer objetivo debía estar relativamente intacto por bombardeo
previo, para que el efecto de una única bomba pudiera estar
determinado.
Los documentos del tiempo mostraron que por cinco años no habían jamás
dos buenos días consecutivos para el bombardeo visual sobre Tokio,
indicando lo que podría ser esperado para otros objetivos en las islas.
El peor mes del año para bombardeo visual fue creído ser junio, pero el
tiempo se mejora un poco durante julio y agosto y entonces se empeora
otra vez en septiembre. Como condiciones buenas para bombardear
ocurrirían raramente, planos más intensos y preparaciones fueron
necesarios para asegurar pronósticos exactos de tiempo y para disponer
uso total de cualquier tiempo bueno que podría ocurrir. Fue también muy
deseado comenzar ataques antes de septiembre.
DESCRIPCIÓN DE LAS CIUDADES ANTES DE LOS BOMBARDEOS
HIROSHIMA
La ciudad de Hiroshima está sobre la delta amplia y llana del Río Ota,
que tiene 7 salidas de cauce que dividen la ciudad en 6 islas y que
proyectan en la Bahía Hiroshima. La ciudad está llana casi
completamente y solamente un poco sobre el nivel del mar; al noroeste y
al nordeste de la ciudad algunas colinas suben a 700 pies. Solo una
única colina en la parte oriental de la ciudad que es casi 1/2 milla en
longitud y 221 pies en altura interrumpió hasta cierto punto la
extensión del daño del estallido; sin embargo la ciudad fue totalmente
expuesta a la bomba. De una área de ciudad de más de 26 millas
cuadradas, solamente 7 millas fueron completamente desarrolladas. No
había una separación pronunciada de zonas comerciales, industriales, y
residenciales. 75% de la población fue concentrada en la área
densamente desarrollada al centro de la ciudad.
Hiroshima fue una ciudad de considerable importancia militar. Contenía
el Cuartel General del Segundo Ejército, que comandaba la defensa de
todo el sur de Japón. La ciudad fue un centro de comunicaciones, un
punto de almacenamiento, y una área de toque de llamada para tropas.
Para citar un reporte japonés, Probablemente más de mil veces desde el
comienzo de la guerra los ciudadanos de Hiroshima fueron a despedir a
las tropas que salían del puerto con gritos de Banzai.
El centro de la ciudad contenía edificios de concreto reforzado así
como estructuras menos pesadas. Afuera del centro, la área fue
aglomerada por una colección densa de pequeños obradores y de madera
puesta entre casas japonesas; pocas plantas industriales más grandes
estaban cerca de los arrabales de la ciudad. Las casas fueron de
construcción de madera con techos de teja. Muchos de los edificios
industriales fueron también de estructuras de madera. La ciudad en
conjunto fue sumamente susceptible a daños por incendio.
Algunos de los edificios de concreto reforzado fueron construidos mucho
más fuertemente que se requiere según las normas de los Estados Unidos,
por causa del peligro de terremotos en Japón. Esta construcción
excepcionalmente fuerte sin duda dio razón para que el armazón de
algunos de los edificios que estaban bastante cerca al centro del daño
en la ciudad no se derrumbaran.
La población de Hiroshima llegó a un pico de más de 380.000 personas
más temprano en la guerra, pero antes del bombardeo atómico la
población disminuía por causa de la evacuación sistemática ordenada por
el gobierno japonés. Al tiempo del ataque la población fue
aproximadamente 255.000. Esta cifra se basa en la población registrada,
usada por los japoneses para computar cantidades de ración, y los
estimados de trabajadores y tropas adicionales que fueron traídos a la
ciudad; puede que no sea muy precisa. Hiroshima, así, tuvo
aproximadamente el mismo número de personas que la ciudad de
Providence, Rhode Island o de Dallas, Tex.
NAGASAKI
Nagasaki está a la cabeza de una bahía larga que forma el mejor puerto
natural en la isla Kyushu al sur de Japón. La área comercial y
residencial principal de la ciudad está sobre un pequeño llano cerca
del final de la bahía. Los ríos divides por una estribación de montaña
forman los dos valles principales en los cuales está la ciudad. Esta
estribación de montaña y el arreglo irregular de la ciudad redujo
enormemente la área de destrucción, de modo que a primera vista
Nagasaki apareció estar menos devastado que Hiroshima.
La área fuertemente desarrollada de la ciudad es confinada por el
terreno a menos de 4 millas cuadradas de un total de casi 35 millas
cuadradas en la ciudad completa.
La ciudad de Nagasaki fue uno de los puertos marítimos más grandes en
el sur de Japón y fue de gran importancia durante la guerra por sus
industrias varias, incluyendo la producción de pertrechos militares,
barcos, equipo militar, y otros materiales de guerra. La faja angosta y
larga que fue atacada era de importancia particular por sus industrias.
Contrario a muchos aspectos modernos de Nagasaki, las residencias casi
sin excepción de ninguna fueron construidas débilmente, típico de las
construcciones japonesas, consistió en madera o edificios con
estructuras de madera, con paredes de madera con o sin emplasto, y
techos de teja. Muchas de las industrias y empresas más pequeñas fueron
también hechas en edificios de madera o edificios de albañilería
construidos débilmente. A Nagasaki se le permitió crecer por muchos
años sin estar conforme con ninguna planificación municipal por zonas,
y principal misión y por lo tanto las residencias fueron construidas al
lado de fábricas tan cerca como fue posible construirlas a través el
valle industrial entero.
HIROSHIMA
Hiroshima fue el objetivo primario de la primera excursión de la bomba
atómica. La excursión fue exitosa en todo aspecto. El tiempo era bueno,
y la tripulación y el equipo funcionaron perfectamente. En cada
detalle, el ataque fue llevado a cabo exactamente como fue diseñado, y
la bomba ejecutó exactamente como era esperado.
La bomba detonó sobre Hiroshima a las 8:15 de la mañana del 6 de agosto
de 1945. Aproximadamente una hora más temprano, la red del radar
japonés para aviso cercano notó el acercamiento de algunos vehículos
aéreos americanos que se dirigieron a la parte sur de Japón. El aviso
fue dado y la radiodifusión se suspendió en muchas ciudades, entre
ellas Hiroshima. Los aviones se acercaron a la costa a una altitud muy
alta. Cerca de las 8:00 de la mañana, el operador de radar a Hiroshima
determinó que el número de aviones que venía fue pequeño -
probablemente no más de tres - y el aviso de ataque aéreo fue relevado.
El aviso normal de radiodifusión fue dado al pueblo que sería
recomendable ir a un refugio si se ven algunos B-29s, pero nadie esperó
un ataque más allá que cualquier clase de reconocimiento. A las 8:15 de
la mañana, la bomba detonó con una ráfaga deslumbradora en el cielo, y
una ráfaga grande de aire y un retumbo fuerte de ruido se extendió por
muchas millas a través de la ciudad. La primera explosión fue pronto
seguida por los sonidos de edificios que se caían y de incendios que
crecían, y una nube enorme de polvo y de humo comenzó a echar un manto
de obscuridad que cubrió la ciudad.
A las 8:16 de la mañana, el operador de control de la Corporación de
Transmisión de Tokio notó que la estación de Hiroshima no transmitía.
Trató de usar otra línea de teléfono para restablecer su programa, pero
falló también. Casi veinte minutos más tarde el centro de telegrafía
ferroviario notó que la línea principal del telegrafíe paró de
funcionar cerca del norte de Hiroshima. De algunas pequeñas paradas
férreas a diez millas de la ciudad vinieron reportes extraoficiales y
confundidos sobre una explosión terrible en Hiroshima. Todos estos
reportes fueron transmitidos al Cuartel General del Estado Mayor
Japonés.
Los cuarteles generales trataron repetidamente de llamar la Estación de
Control del Ejército en Hiroshima. El silencio completo de esa ciudad
confundió los hombres al Cuartel General. Ellos sabían que un ataque
por sorpresa del enemigo podía haber ocurrido, y ellos sabían que no
había suficiente explosivos en Hiroshima en ese tiempo. Un oficial
joven del Estado Mayor Japonés fue instruido que vuele inmediatamente a
Hiroshima, que aterrice, que examine el daño, y que vuelva a Tokio con
información veraz para el estado. Fue creído generalmente al Cuartel
General que nada seroso tuvo lugar, y que todo era un rumor terrible
que empezó como chisme.
El oficial de estado mayor fue al aeropuerto y despegó por el sudoeste.
Después de volar durante casi tres horas, mientras estando a casi 100
millas de Hiroshima, él y su piloto vieron una nube de humo de la
bomba. En la tarde brillante, los residuos de Hiroshima se quemaban.
Su avión pronto llegó a la ciudad, alrededor la que ellos llegaron a la
ciudad que circundaban en descreimiento. Una gran cicatriz en la
tierra, todavía quemándose, cubierta por una nube densa de humo, fue
todo lo que quedó de la grande ciudad. Ellos aterrizaron al sur de la
ciudad, y el oficial de estado mayor comenzó a organizar inmediatamente
medidas de ayuda, después de relatar lo sucedido a Tokio.
El primer conocimiento que tuvo Tokio de lo que causó el desastre vino
de un anuncio público de la Casa Blanca dieciséis horas después que
Hiroshima había sido golpeado por la bomba atómica.
Nagasaki no fue jamás expuesto a un bombardeo de tal escala antes de la
explosión de esa bomba atómica. El 1 de agosto de 1945, sin embargo, un
número de bombas fuertemente explosivas fueron lanzadas sobre la
ciudad. Unas cuantas de estas bombas depositaron en los astilleros y
áreas de diques en la parte sudoeste de la ciudad. Varias bombas
golpearon las Fábricas de Acero y Armas de Mitsubishi y seis bombas
cavaron en la Escuela Médica y el Hospital de Nagasaki, con tres golpes
directos. El daño de estas pocas bombas fue relativamente
insignificante, creó bastante inquietud en Nagasaki y un número de
gente, niños de la escuela principalmente, fueron evacuados a las áreas
rurales para seguridad y reducir la población de la ciudad durante el
tiempo de ataque atómico.
En la mañana del 9 de agosto de 1945, cerca de las 7:50 de la mañana,
tiempo japonés, un aviso de ataque aéreo sonó en Nagasaki, pero la
señal fuera de peligro fue dada a las 8:30. Cuando solamente dos super
fortalezas volantes B-29s fueron vistas a las 10:53 los japoneses
asumieron aparentemente que los aviones fueron solamente vuelos de
reconocimiento y no dieron más avisos de ataque aéreo. Algunos momentos
más tarde, a las 11:00, el B-29 de observación lanzó instrumentos
atados a tres paracaídas y a las 11:02 el otro avión lanzó la bomba
atómica.
La bomba detonó altamente sobre el valle industrial de Nagasaki, casi
equidistante de las Fábricas de Acero y Armas de Mitsubishi en el sur,
y los Trabajos de Pertrechos Militares de Mitsubishi-Urakami (Fábricas
de Torpedos), en el norte, los dos objetivos principales de la ciudad.
A pesar de la gran importancia de estas bombas, la primera tarea de
bombardeo sobre Hiroshima era casi rutina. La segunda tarea no fue tan
placida. Otra vez la tripulación fue especialmente entrenada y
seleccionada; pero el mal tiempo introdujo algunas complicaciones
graves. Estas complicaciones son mejor descritas en la cuenta breve del
especialista de armas de la tarea, Comandante, ahora Capitán, F.L.
Ashworth, (U.S.N.), que estuvo al mando técnico de la bomba y fue
cargado con la responsabilidad de asegurar que la bomba fuera lanzada
con éxito al tiempo apropiado y sobre el objetivo designado. Su
narrativa va como sigue:
La noche de nuestro despegue fue una de ráfagas de lluvia tropical, y
relámpagos apuñalaron la obscuridad con regularidad desconcertante. El
pronostico de tiempo nos dijo de tormentas de las Marianas hasta el
Imperio. Nuestro lugar de reunión estaba fuera de la costa de Kyushu,
algunas 1500 millas de distancia. Allí nos teníamos que juntar con
nuestros dos B-29s de compañerismo y de observación que despegaron
algunos minutos después de nosotros. Los pilotos hábiles y los expertos
navegantes nos trajeron al lugar de reunión sin incidente.
Casi cinco minutos después de nuestra llegada, nuestro primero b-29 se
unió. El segundo, sin embargo, no llegó, aparentemente se salió de
rumbo por las tormentas de la noche. Esperamos 30 minutos y entonces
procedimos sin el segundo avión hacia la área del objetivo.
Durante el acercamiento al objetivo, los instrumentos especiales
instalados en el avión nos dijeron que la bomba estaba lista para
funcionar. Estabamos preparados para lanzar la segunda bomba atómica
sobre Japón. Pero la fortuna fue contra nosotros, porque el objetivo
fue completamente cubierto por humo y neblina. Tres veces intentamos
bombardear, pero sin éxito. Entonces con fuego antiaéreo explotando
alrededor de nosotros y con un número de combatientes del enemigo
viniendo en busca de nosotros, nos dirigimos hacia nuestro segundo
objetivo, Nagasaki.
La bomba detonó con un golpe deslumbrador y una columna enorme de humo
negro remolineó hacia nosotros. Dentro de esta columna de humo un
champiñón enorme remolinando hervía de humo gris y luminoso con fuego
rojo y llameando, que extendió a 40,000 pies en menos de ocho minutos.
Abajo a través de las nubes pudimos ver el manto de humo negro rondado
con fuego que cubrió lo que ha sido la área industrial de Nagasaki.
A esta hora nuestro surtido de combustible fue peligrosamente bajo, así
que después de un circulo rápido alrededor de Nagasaki, nos dirigimos
directamente hacia Okinawa para un aterrizaje forzoso y reabastecer los
aviones.
COMPARACIÓN GENERAL DE HIROSHIMA Y NAGASAKI
A primera vista no fue aparente a observadores educados que visitaron
las dos ciudades japonesas cual de las dos bombas fue más efectiva.
En algunos aspectos, Hiroshima se vio peor que Nagasaki. El daño de
incendio en Hiroshima fue mucho más grande; el centro de la ciudad fue
golpeado y todo aparte de los edificios de concreto reforzado había
desaparecido virtualmente. Un desierto completo de restos carbonizados,
con solo algunas estructuras fuertes que quedaron, fue una vista
aterrorizaste.
En Nagasaki no había edificios directamente debajo de la explosión. El
daño a la Fábrica de Armas de Mitsubishi y los Trabajos de Torpedos fue
terrible, pero no fue abrumador. Había algo que ver, y los contornos
principales de algunos edificios fueron ya regular.
Un observador podía estar en pie en el centro de Hiroshima y ver la
mayoría de la ciudad; las colinas impidieron una vista total similar en
Nagasaki. Hiroshima se fijó en la mente como un espacio vasto de
desolación; pero nada tan vivo quedó en la memoria de alguien de
Nagasaki.
Cuando los observadores comenzaron a notar los detalles, diferencias
sorprendentes entre las dos ciudades aparecieron. Arboles fueron
derrumbados en las dos ciudades, pero los arboles grandes que cayeron
en Hiroshima fueron desarraigados, mientras que ésos en Nagasaki fueron
rotos en dos con un chasquido. Pocos edificios de concreto reforzado
fueron destrozados en el centro de Hiroshima, pero en Nagasaki un daño
igualmente fuerte podía encontrarse a 2,300 pies de X. En el estudio de
objetos que dieron indicios definidos sobre la presión del estallido,
como destructores destrozados, letreros cóncavos, postes curvados o
rotos en dos, etcétera, fue evidente rápidamente que la bomba de
Nagasaki fue mucha más efectiva que la de Hiroshima. En la descripción
de daño que sigue, será notado que el radio para la cantidad de daño
fue más grande en Nagasaki que en Hiroshima.
Cuando se considera la devastación de las dos ciudades, se debe
recordar que las diferencias en la forma y
topografía de las ciudades resultaron en diferencias grandes de los
daños. Hiroshima estaba todo sobre tierra baja y llana, y era como
circular en forma; Nagasaki estaba construida sobre colinas y
espolones, sin regularidad de forma.
En Hiroshima casi todo aproximadamente a una milla de X fue
completamente destruido, a excepción de un número pequeño (cerca de 50)
de edificios de concreto fuertemente reforzado, la mayoría de los
cuales fueron designados especialmente para sufrir el golpe de un
terremoto, no fueron deplomados; los interiores de la mayoría de estos
edificios fueron destruidos completamente, y todas las ventanas,
puertas, bastidores y estructuras fueron arrancadas. En Nagasaki casi
todo a 1/2 milla de la explosión fue destruido, incluyendo las
estructuras pesadas. Todas las casas japonesas fueron destruidas a 1
1/2 millas de X.
Refugios antiaéreos subterráneos con los techos de tierra
inmediatamente debajo de la explosión se les derrumbaron los techos;
pero después de 1/2 milla de X no sufrieron daño.
En Nagasaki, 1.500 pies de X edificios con estructuras de acero de alta
calidad no fueron derrumbados, pero los edificios enteros sufrieron
distorsión en masa y todos los paneles y los techos fueron volados.
En Nagasaki, 2.000 pies de X, edificios de concreto reforzado con
paredes de 10 y pisos de 6 fueron derrumbados; edificios de concreto
reforzado con paredes y techos de 4 eran parados, pero eran dañados
increíblemente. A 2.000 pies algunas paredes concretas de 9 fueron
destruidas completamente.
En Nagasaki, 3.500 pies de X, iglesias con paredes de ladrillos de 18
fueron completamente destruidas. Las paredes de ladrillos de 12 fueron
rotas severamente tan lejos como 5.000 pies de distancia.
En Hiroshima, 4.400 pies de X, edificios de varios pisos, de ladrillos,
fueron completamente demolidos. En Nagasaki, edificios similares fueron
destruidos a 5.300 pies de distancia.
En Hiroshima, tejados fueron burbujeados (fundidos) por el calor de
ráfaga a una distancia de 4.000 pies de X; en Nagasaki, el mismo efecto
fue observado a 6.500 pies de distancia.
En Hiroshima, edificios con estructuras de acero fueron destruidos a
4.200 pies de X, y a 4.800 pies en Nagasaki.
En las dos ciudades, la distorsión pesada de edificios grandes de acero
fue observada hasta 4.500 pies de X.
En Nagasaki, las chimeneas de concreto reforzado con paredes de 8 que
fueron diseñados especialmente para sufrir sacudidas de terremotos,
fueron vuelcas hasta 4.000 pies de X.
En Hiroshima, los edificios con estructuras de acero sufrieron daños
estructurales serios hasta 5.700 pies de X, y en Nagasaki el mismo daño
fue sufrido tan lejos como 6.000 pies de distancia.
En Nagasaki, paredes de ladrillos de 9 fueron rotas pesadamente a 5.000
pies, fueron rotas moderadamente a 6.000 pies, y rotas ligeramente a
8.000 pies. En las dos ciudades, edificios ligeros de concreto
derrumbaron hasta 4.700 pies.
En Hiroshima, edificios de varios pisos de ladrillos sufrieron daños
estructurales hasta 6.600 pies, y en Nagasaki hasta 6.500 pies de X.
En las dos ciudades instalaciones eléctricas superiores fueron
destruidas hasta 5.500 pies de distancia; y tranvías eléctricos fueron
destruidos hasta 5.500 pies de distancia, y dañados hasta 10.500 pies
de distancia.
El material seco y combustible se prendía y fue observado tan lejos
como 6.400 pies de X en Hiroshima, y en Nagasaki tan lejos como 10.000
pies de X.
Daño serio a gasómetros ocurrió hasta 6.500 pies en las dos ciudades.
Todas las casas japonesas fueron dañadas seriamente hasta 6.500 pies en
Hiroshima, y hasta 8.000 pies en Nagasaki. La mayoría de casas
japonesas fueron dañadas hasta 8.000 pies en Hiroshima y hasta 10.500
pies en Nagasaki.
Las laderas en Nagasaki fueron abrasadas por la radiación instantánea
del calor tan lejos como 8.000 pies de X; esta quemada dio la
apariencia de otoño prematuro.
En Nagasaki, daño grave de emplasto fue observado en muchos edificios
hasta 9.000 pies; daño moderado fue sustentado tan lejos como 12.000
pies de distancia, y daño ligero hasta 15.000 pies de distancia.
La carbonización de ráfaga de postes telegráficos de madera fue
observada hasta 9.500 pies de X en Hiroshima, y a 11.000 pies de
distancia en Nagasaki; algunos relatos indican quemaduras de ráfaga tan
lejos como 13.000 pies de X en los dos lugares.
Un serio desalojamiento de tejados fue observado hasta 8.000 pies de
distancia en Hiroshima y hasta 10.000 pies de distancia en Nagasaki.
En Nagasaki, daño muy grave a cercos de ventanas y a puertas fue
observado hasta 8.000 pies de distancia, y daño ligero hasta 12.000
pies de distancia.
Los techos y las cubiertas de las paredes sobre edificios con
estructuras de acero fueron destruidos hasta 11.000 pies de distancia.
Aunque las causas de muchos incendios fueron difíciles para reconstruir
exactamente, es creído que los incendios se iniciaron por radiación
primaria de calor tan lejos como 15.000 pies de X.
El daño de techos se extendió tan lejos como 16.000 pies de X en
Hiroshima y en Nagasaki.
La destrucción de edificios fue observado a un alcance extrema de
23.000 pies de X en Nagasaki.
Aunque daño completo de ventanas fue observado solamente hasta 12.000
pies de X, algún daño de ventanas ocurrió en Nagasaki hasta 40.000 pies
de distancia, y se observó vidrio roto hasta 60.000 pies de distancia.
Daño grave por incendios fue sustentado en una área circular en
Hiroshima con un radio medio cerca de 6.000 pies y un radio máximo
cerca de 11.000 pies; daño grave similar ocurrió en Nagasaki al sur de
X hasta 10.000 pies de distancia, adonde se detuvo por la corriente de
un río.
En Hiroshima más de 60.000 de 90.000 edificios fueron destruidos o
dañados severamente por la bomba atómica; esta cifra representa más de
67% de las estructuras de la ciudad.
En Nagasaki 14.000 o 27% de 52.000 residencias fueron destruidas
completamente y 5.400 o 10% tuvieron daño parcial. Solamente 12% quedó
sin daño. Esta destrucción fue limitada por el diseño de la ciudad. El
siguiente es un sumario del daño a edificios en Nagasaki como se
determina de un estudio de tierra establecido por los Japoneses:
Destrucción de Edificios y Casas Número Porcentaje
(compilado por la Municipalidad de Nagasaki)
Total a Nagasaki (antes de la explosión atómica) 50.000 100,00
Volado (no quemados) 2.652 5,3
Volado y quemados 11.494 23,0
Volado y/o quemados 14.146 28,3
Parcialmente quemado o volado 5.441 10,9
Total de edificios y casas destruidos 19.587 39,2
Indemne 30.413 60,8
En Hiroshima, todos las utilidades y servicios de transportación fueron
interrumpidos por vario tiempo. En general, sin embargo, los servicios
fueron restaurados tan rápidamente para poder ser usados por la
población disminuida. Servicio de ferrocarril fue reparado en Hiroshima
el 8 de agosto, y la electricidad estuvo disponible en la mayoría de
las partes sobrevivientes el 7 de agosto, el día después del bombardeo.
El tanque de la ciudad no se dañó, estando cerca 2 millas de X. Sin
embargo, 70.000 rupturas en tubos de agua en edificios y residencias
fueron causadas por el estallido y efectos de incendio. El transporte
de tierra sufrió un daño extensivo. El daño al tranvía de los
ferrocarriles , y de los caminos fue comparativamente poco. Sin
embargo, la transmisión de poder eléctrico y sistemas de distribución
fueron arruinados gravemente. El sistema de teléfono fue
aproximadamente dañado hasta el 80%, y el servicio no fue restaurado
hasta el 15 de agosto.
A pesar de la falta usual de atención japonesa a medidas sanitarias, no
estalló ninguna gran epidemia en las ciudades bombardeadas. Este hecho
es sorprendente cuando se piensa en las condiciones siguiente el
bombardeo, pero la experiencia de otras ciudades bombardeadas en
Alemania y Japón muestran que Hiroshima y Nagasaki no son casos
aislados.
La explosión atómica sobre Nagasaki afectó una área total de
aproximadamente 42,9 millas cuadradas de las que 8,5 millas cuadradas
fueron agua y solamente cerca de 9,8 millas cuadradas fueron
desarrolladas. El residuo cayó parcialmente. Aproximadamente 36% de las
áreas desarrolladas fueron dañadas gravemente. La área que fue más
gravemente dañada tuvo un radio de casi una milla, y cubrió cerca 2,9
millas cuadradas de las que 2,4 fueron desarrolladas.
En Nagasaki, edificios con estructuras de acero, principalmente en la
Planta Mitsubishi tan lejos como 6.000 pies de X fueron gravemente
dañados; estos edificios fueron típicos de la construcción de molinos
en la época de guerra de América y Gran Bretaña, solo que algunas de
las estructuras fueron en cierto modo menos fuertes. El daño consistió
de ventanas rotas, bastidores de acero arrancados o doblados, techos de
metal corrugado o de asbesto corrugado y tablas de forro fueron
arrancados, techos doblados o destruidos, armazones de techos fueron
derrumbados, columnas dobladas y agrietadas, y fundamentos girados de
concreto para columnas. El daño a los edificios con estructuras de
acero fue más grave donde los edificios recibieron el golpe del
estallido en sus lados que donde el estallido golpeó las extremidades
de los edificios, porque los edificios tuvieron más tiesura
(resistencia a momento negativo a las cimas de columnas) en una
dirección longitudinal. Muchos de los edificios con estructuras de
acero que fueron construidos ligeramente se derrumbaron completamente
mientras que algunos de los que fueron construidos fuertemente (para
llevar la pesa de grúas pesadas y cargas) fueron desarmados de techo y
de tablas de forro, pero las estructuras fueron solamente parcialmente
dañadas.
La área siguiente donde se vio daño en Nagasaki está fuera de las 2,9
millas cuadradas que se acaba de describir, y consiste de
aproximadamente 4,2 millas cuadradas de las que 29% fueron
desarrolladas. El daño del estallido e incendio fue moderado aquí, pero
en algunas secciones (porciones de los centros comerciales principales)
muchos incendios secundarios comenzaron y se extendieron rápidamente,
lo cual resultó casi en destrucción total así como en las áreas muchas
más cerca a X.
Una área de daño parcial por estallido e incendio está allí mismo
afuera de la que se acaba de describir y comprende aproximadamente de
35,8 millas cuadradas. De esta área, aproximadamente 1/6 fue
desarrollada y 1/4 fue agua. El grado de daño varió de grave (daño
severo a techos y ventanas en la sección comercial principal de
Nagasaki, 2,5 millas de X), a menor (ventanas rotas o rotas de vez en
cuando a una distancia de 7 millas sudoeste de X).
Como fue a propósito, la bomba fue detonada en un sitio casi ideal
sobre Nagasaki para hacer el daño máximo a la industria, incluyendo las
Fábricas de Acero y Armas de Mitsubishi, los Trabajos de Pertrechos
Militares de Mitsubishi-Urakami (Fábricas de Torpedos), y otras
fábricas, escuelas de enseñanza de fabricas, y otros establecimientos
industriales numerosos, con una destrucción mínima de residencias y en
consecuencia la cantidad mínima de casualidades. Si la bomba habría
estado lanzada más hacia el sur, los Trabajos de Pertrechos Militares
de Mitsubishi-Urakami no habrían estado tan dañado, pero el centro
comercial y los distritos residenciales de Nagasaki habrían sustentado
casualidades de daños mucho mayores.
Cálculos muestran que el acero estructural y las estructuras de
concreto reforzado que sobrevivieron el estallido moderadamente cerca a
X no pudieron sufrir las presiones de cresta que fueron estimadas
contra áreas totales presentados por los lados y techos de los
edificios. La supervivencia de estas estructuras se debe al hecho que
ellas no fueron diseñadas para aguantar la presión de cresta porque las
ventanas fueron golpeadas rápidamente y techos y tablas de forro fueron
desarmados con éste reduciendo el área total y soltando presión.
Mientras éste salvó la estructura, causó daño severo al interior y a
los ocupantes del edificio. Edificios sin aperturas grandes de tablero
por las que la presión pudo disipar fueron destrozados completamente,
aun cuando sus estructuras fueron tan fuertes como ésas que
sobrevivieron.
El daño que aguantaron los edificios de concreto reforzado dependió de
ambos la proximidad a X y el tipo y la fuerza de la construcción del
concreto reforzado. Algunos de los edificios con estructuras de
concreto reforzado tuvieron también paredes, cielos rasos, y
particiones de concreto reforzado, mientras que otros tuvieron paredes
de ladrillos o tela de concreto cubierto o por emplaste o por piedra
ornamental, con particiones de metal, vidrio, y emplaste. A excepción
de la Facultad de Medicina y Grupo del Hospital de Nagasaki, que fue
diseñada para sufrir terremotos y por lo tanto fue de construcción más
fuerte que la mayoría de estructuras americanas, la mayoría de las
estructuras de concreto reforzado pudieron estar clasificadas como
adecuadas, con concreto de fuerza y densidad baja, con muchas de las
columnas, vigas, y rebanadas gruesas designadas de menos o reforzadas
impropiamente. Estos hechos dan razón de algunas de las faltas
estructurales que ocurrieron.
Por lo general, la explosión de la bomba atómica dañó la mayoría de los
bastidores de acero de ventanas y puertas, arrancó puertas de bisagras,
y dañó todos los cielos rasos suspendidos de madera, metal, y emplaste.
El choque del estallido causó también un gran daño a equipos por
derrumbes y golpes. Incendios generalmente de origen secundario
consumieron prácticamente toda el material combustible, causaron
roturas en el emplaste, quemaron toda la guarnición de madera,
cubiertas de escaleras, estructuras de madera de cielos rasos
suspendidos, camas, colchones, alfombras, y vidrio, arruinó toda
instalación eléctrica, plomería, y causó astillas de columnas de
concreto y de vigas en muchos de los cuartos.
Casi sin excepción, edificios de albañilería, de ladrillos o de piedra
adentro de los límites afectados por el estallido fueron dañados
severamente de modo que la mayoría de ellos fueron allanados o
reducidos a piedra. Los despojos de una iglesia, aproximadamente a
1.800 pies al este de X en Nagasaki, fue uno de los pocos edificios de
albañilería todavía reconocible y solamente porciones de las paredes de
esta estructura fueron rectas. Estas paredes fueron extremamente
gruesas (cerca 2 pies). Los dos domos de la iglesia tuvieron
estructuras de concreto reforzado y aunque fueron derribados, se
mantuvieron juntos como unidades.
Prácticamente cada edificio de madera o edificio con estructura de
maderamen adentro 2,0 millas de X fue o completamente destruido o
dañado gravemente, y daño significante en Nagasaki resultó tan lejos
como a 3 millas de X. Casi todos los edificios se derrumbaron y un
número muy grande fueron consumidos por el incendio.
Una referencia analizó varias fotografías que describieron el daño, y
mostró que aunque la mayoría de los edificios adentro de los límites
del estallido fueron totalmente destruidos o dañados gravemente, un
gran número de chimeneas aun cerca a X quedaron rectas, aparentemente
ilesos por el sacudimiento. Una explicación es que chimeneas de
concreto son aproximadamente cilíndricas en forma y por siguiente
ofrecen menos resistencia al viento que superficies llanas como
edificios. Otra explicación es que como las ciudades fueron
subordinadas a tifones las chimeneas más modernas fueron probablemente
designadas para sufrir vientos de velocidad alta. Es probable que la
mayoría de las chimeneas construidas recientemente así como los
edificios más modernos fueron construidos para sufrir la aceleración de
terremotos rigurosos. Como las bombas fueron detonadas alto en el aire,
chimeneas relativamente cercas a X fueron sujetadas a una presión más
descendente que lateral, y en consecuencia el momento volcando fue
mucho menos que habría estado esperado.
Aunque el estallido dañó muchos puentes hasta cierto punto, daño a
puentes fue escaso comparado con ése que sufrieron los edificios. El
daño varió de solamente barreras dañadas de destrucción completa de la
superestructura. Algunos de los puentes fueron náufragos y las traumas
fueron detrasacadas de sus machones y al lecho debajo por la fuerza del
estallido. Ningunas de las faltas observadas pudieron estar atribuidas
a designo inadecuado o a debilidad estructural.
Los caminos, y red de vías del ferrocarril y del ferrocarril para
trafico ligero (o tranvía) no sustentaron daño primario a causa de la
explosión. La mayoría del daño a los ferrocarriles ocurrió por causas
secundarias, aquellas que incendios y daño a puentes o otras
estructuras. Tren rodante, así como automóviles, troles y buces fueron
destruidos y incendiaron a una distancia considerable de X. Las calles
fueron impasibles por algún tiempo a causa del escombro, pero no fueron
dañadas. La altitud de la explosión de la bomba explica probablemente
la ausencia del daño directo a ferrocarriles y a caminos.
Una parte grande del suministro eléctrico fue interrumpida por el
estallido de la bomba principalmente por daño a substaciones eléctricas
y a sistemas superiores de transmisión. Los dos de gas en Nagasaki
fueron dañados gravemente por la bomba. Estos trabajos habrían
necesitado 6-7 meses para estar en funcionamiento. Por añadidura el
daño sustentado por los sistemas eléctricos y de gas, y daño grave al
sistema de abastecimiento de agua fue relatado por el gobierno japonés;
el daño principal fue un número de rupturas en canarias grandes de
acueducto y en casi todos los tubos distributivos en las áreas que
fueron afectadas por el estallido Nagasaki sufrió todavía de una
insuficiencia de agua dentro de la ciudad seis semanas después del
ataque atómico.
El reportaje Prefectural describe vívidamente los efectos de la bomba
sobre la ciudad y sus habitantes:
En un radio de 1 kilometro de X, hombres y animales murieron casi
instantáneamente del grande estallido y calor pero la grande mayoría
fueron heridos gravemente o superficialmente. Casas y otras estructuras
fueron completamente destruidas mientras incendios comenzaron por todo.
Arboles fueron arrancados y marchitados por el calor.
Fuera de un radio de 2 kilómetros y en un radio de 4 kilómetros de X,
hombres y animales sufrieron varios grados de heridos de vidrio de
ventanas y otros fragmentos esparcidos por el estallido y muchos fueron
quemados por el calor intenso. Residencias y otras estructuras fueron
la mitad dañados por el estallido.
Fuera de un radio de 4 kilómetros y adentro un radio de 8 kilómetros
seres vivientes fueron heridos por materiales desplazados por el
estallido; la mayoría fueron solamente heridos superficialmente. Casas
fueron solamente medio o parcialmente dañadas.
Una misión Británica a Japón interpretó sus observaciones de la
destrucción de edificios para aplicarlos a construcción similar de que
les pertenece como sigue:
Una bomba similar que detonaba en similar modo produciría los efectos
siguientes a casas normales británicas:
Hasta 1.000 yardas de X causaría desplome completo.
Hasta 1 milla de X dañaría las casas allende reparación.
Hasta 1,5 millas de X las haría inhabitables hasta sin reparaciones
extensivas, particularmente a maderámenes de techos.
Hasta 2,5 millas de X las haría inhabitables hasta que reparaciones de
primeros auxilios han estado completas.
El daño de incendio en las dos ciudades fue tremendo, pero fue más
completo en Hiroshima que en Nagasaki. El efecto de los incendios fue
el cambio profundo de la apariencia de la ciudad. Dejó de la parte
central vacía, aparte de algunas estructuras de concreto reforzado o de
acero y objetos aquellos que cajas fuertes, humeros de chimeneas, y
piezas de lamina metálica torcidas. El daño de incendio resultó más de
las propiedades de las ciudades mismas que ésas de las bombas.
La conflagración en Hiroshima causó vientos fuertes como el aire fue
succionado hacia el centro de la área que se quemaba, creando una
tempestad de incendio. La velocidad del viento en la ciudad fue menos
de 5 millas por hora antes del bombardeo, pero el incendio-viento
alcanzó una velocidad de 30-40 millas por hora. Estos grandes vientos
limitaron el perímetro del incendio pero añadieron mucho al daño de la
conflagración adentro el perímetro y causaron las casualidades de mucha
gente que habrían escapado. En Nagasaki, daño muy grave fue causado por
incendios, pero una tempestad de incendio no sorbió la ciudad. En las
dos ciudades, algunos de los incendios cercas a X fueron sin duda
comenzados por la ignición de material muy combustible aquellos que
papel, paja, y paño seco, por la radiación instantánea de calor de la
explosión nuclear. La presencia de cantidades grandes de materiales
combustibles no quemadas cerca X, sin embargo, señaló que aunque el
calor del estallido fue muy intenso, su duración fue insuficiente para
elevar la temperatura de muchos materiales al punto de encendimiento
salvo casos donde las condiciones fueron ideales. La mayoría de los
incendios fueron de origen secundario comenzando de los cortocircuitos
eléctricos regulares, tuberías rotas de gas, estufas vuelcas, fuegos
abiertos, braceras de carbón de leña, lámparas, etcétera, siguiente
desplome o daño grave del estallido directo.
Unidades de bomberos y de ayuda fueron vaciadas de hombres y equipo.
Casi 30 horas pasaron antes que algunas partidas de salvamento fueron
observables. En Hiroshima solamente un puñado de ingenieros de incendio
fueron disponibles para pelear los incendios resultantes, y ninguno de
éstos fue de primera clase. En todo caso, sin embargo, no es probable
que algún equipo de bomberos o personal o organización podría efectuar
alguna reducción significante de la cantidad de daño causado por la
conflagración tremenda.
Un estudio de numerosas fotografías aéreas hechas antes de los
bombardeos atómicos señalaron que entre el 10 de junio y el 9 de
agosto, 1945, los Japoneses construyeron cortafuegos en áreas
específicas de las ciudades para controlar incendios en gran escala.
Por lo general estos cortafuegos no fueron efectivos porque incendios
comenzaron en lugares numerosos simultáneamente. Aparecen, sin embargo,
haber ayudado a impedir incendios que tendían más lejano al este a las
secciones comerciales, principales, y residenciales de Nagasaki.
CASUALIDADES TOTALES
Era muy difícil aproximar las casualidades totales en las ciudades
japonesas como resultado del bombardeo atómico. La destrucción
extensiva de instalaciones civiles (hospitales, jefaturas de policía,
servicio de incendios, y agencias gubernamentales), el estado de
confusión que siguió la explosión inmediatamente, y la incertidumbre
con respecto a la población, contribuyen a la dificultad de hacer
estimados de casualidades. Finalmente, los incendios enormes que
bramaron en cada ciudad consumieron muchos cuerpos.
El número total de casualidades ha estado estimado a varios tiempos
desde los bombardeos con discrepancias extensas. Las mejores cifras que
son disponibles del Distrito de Ingenieros de Manhattan son:
TABLA A
Cálculos de Casualidades
Hiroshima Nagasaki
Población antes del ataque inesperado 255.000 195.000
Muertos 66.000 39.000
Dañados 69.000 25.000
Casualidades Totales 135.000 64.000
La relación de casualidades totales a la distancia de X, el centro del
daño y punto directamente debajo de la derroche de aire causado por la
explosión de la bomba, es de importancia grande para hallar el valor
numérico del efecto de producir casualidades de las bombas. Esta
correspondencia para la población total de Nagasaki se muestra en la
tabla de abajo, basada en las cifras de casualidades del Distrito:
TABLA B
Relación de Casualidades Totales a la Distancia de X
Distancia Total de Asesinados por
de X, pies Asesinados Dañados Desaparecidos Bajas milla cuadrada
0 1.640 7.505 960 1.127 9.592 24.700
1.640 3.300 3.688 1.478 1.799 6.965 4.040
3.300 4.900 8.678 17.137 3.597 29.412 5.710
4.900 6.550 221 11.958 28 12.207 125
6.550 9.850 112 9.460 17 9.598 20
No había una cifra disponible para la población total antes del ataque
inesperado a estas distancias diferentes. Tales cifras serían
necesarias para computar la mortalidad por ciento. Un cálculo hecho por
la Misión Británica al Japón y basado en un análisis preliminar del
estudio de La Comisión Investigador de la Bomba Médico-Atómica Junta da
las valores calculadas siguientes para mortalidad por ciento a
distancias que aumentan de X:
TABLA C
Mortalidad Por Ciento a Distancias Varias
Distancia de X, Mortalidad Por Ciento
en pies
0 - 1000 93,0%
1000 - 2000 92,0
2000 - 3000 86,0
3000 - 4000 69,0
4000 - 5000 49,0
5000 - 6000 31,5
6000 - 7000 12,5
7000 - 8000 1,3
8000 - 9000 0,5
9000 10.000 0,0
Aparece casi seguro según los varios reportes que el número total más
grande de casualidades fueron ésas que ocurrieron inmediatamente
después del bombardeo. Las causas de muchas de las casualidades pueden
ser solamente conjeturadas, y por supuesto muchas personas cercas del
centro de la explosión sufrieron daños fatales a causa de más que uno
de los efectos de las bombas. El orden propio de importancia para
causas posibles de muerte es: quemaduras, daños mecánicos, y radiación
gamma. Cálculos tempranos por los Japoneses se muestran en D :
TABLA D
Causa de Casualidades Inmediatas
Ciudad Causa de Muerte Por Ciento del Total
Hiroshima Quemaduras 60%
Escombro cayendo 30
Otro 10
Nagasaki Quemaduras 95%
Escombro cayendo 9
Vidrio volando 7
Otro 7
EL CARÁCTER DE UNA EXPLOSIÓN ATÓMICA
La diferencia más impresionante entre la explosión de una bomba atómica
y ésa de una bomba ordinaria de TNT naturalmente, es la magnitud; como
el Presidente anunció después del ataque de Hiroshima, la energía
explosiva de cada de las bombas atómicas fue equivalente a casi 20,000
toneladas de TNT.
Pero por añadidura a su poder sumamente más grande, una explosión
atómica tiene otras varias características especiales. Explosión
regular es una reacción química en la que energía es soltada por el
reordenamiento de átomos del material explosivo. En una explosión
atómica la identidad de los átomos, no simplemente su ordenamiento, es
cambiada. Una fracción considerable de la masa de la carga explosiva,
que podría ser uranio 235 o plutonio, es transformada a energía. La
ecuación de Einstenio, E=mc^2, muestra que materia que es transformada
a energía puede producir una energía total equivalente a la masa
multiplicada por el cuadrado de la velocidad de luz. La significación
de la ecuación es fácilmente vista cuando alguien recuerda que la
velocidad de luz es 186.000 millas por segunda. La energía soltada
cuando una libra de TNT detona, si era convertido totalmente a calor,
elevaría la temperatura de 36 libras de agua de temperatura congelante
(32 grados F) a temperatura hirviente (212 grados F). La fisión nuclear
de una libra de uranio produciría una elevación de temperatura igual
para más de 200 millones de libras de agua.
El efecto explosivo de un material regular aquellos que T.N.T. es
derivado de la conversión rápida de T.N.T. sólido al gas, que ocupa el
mismo volumen que el sólido inicialmente; ejerce presiones intensas
sobre el volumen circundante. Una onda de presión fuerte mueve hacia
afuera del centro de la explosión y es la causa de mayor daño de
explosivos altos regulares. Una bomba atómica genera también una onda
de presión alta que es de presión mucha más fuerte que la de
explosiones regulares; y esta onda es otra vez la causa mayor de daño a
edificios y a otras estructuras. Difiere de la onda de presión de una
bomba de demolición en el tamaño de área sobre lo que presiones altas
son generadas. Difiere también en la duración de la pulsación de
presión a cualquier punto dado: la presión de una bomba de demolición
dura pocos millisegundos (un millisegundo es un milésimo de un segundo)
solamente, ésa de la bomba atómica para casi un segundo. Fue sentido
por observadores en Japón y en Nuevo México a la vez como un viento muy
fuerte que pasaba.
La segunda diferencia más grande entre la bomba atómica y la explosión
de T.N.T. es el hecho que la bomba atómica emite cantidades más grandes
de radiación. La mayoría de esta radiación es luz de alguna longitud de
onda que deambula de las radiaciones de calor así-llamadas de longitud
de onda muy larga a los rayos asi-llamados gamma que tienen longitudes
de onda más cortas que los rayos X que se usan en medicina. Todas estas
radiaciones viajan a la misma velocidad; ésta, la velocidad de luz, es
186.000 millas por segundo. Las radiaciones son bastante intensas para
matar personas adentro de una distancia apreciable de la explosión, y
son en facto la causa mayor de casualidades y daños aparte de daños
mecánicos. El número más grande de daños de radiación fue probablemente
debido a los rayos ultravioletas que tienen una longitud de onda un
poco más corta que luz visible y que causaron quemadura de ráfaga
comparable a quemadura de sol severa. Después de éstos, los rayos gamma
de longitud de onda extracorta son las más importantes; éstas causan
daños similares a ésas de dosis excesivas de rayos X.
El origen de los rayos gamma es diferente que ése de la mayor parte de
la radiación: Este ultimo es causado por las temperaturas extremamente
altas en la bomba, en la misma moda que luz es emitida de la superficie
calor del sol o de los alambres de una lámpara incandescente. Los rayos
gamma por otra parte son emitidos por los núcleos atómicos ellos mismos
cuando ellos son transformados en el proceso de fisión. Los rayos gamma
son por siguiente específicos a la bomba atómica y son completamente
ausentes de explosiones de T.N.T. La luz de longitud de onda más larga
(visible y ultravioleta) es emitida también por una explosión de
T.N.T., pero con una intensidad menos que por una bomba atómica, que lo
hace insignificante que daño es interesado.
Una grande fracción de rayos gamma es emitida durante las primeras
millisegundos (milésimas de segundo) de la explosión atómica, juntos
con neutrones que son producidos en la fisión nuclear. Los neutrones
tienen un efecto de un daño mucho menos que rayos gamma porque tienen
una intensidad menos y también porque son absorbidos en aire y por lo
tanto pueden penetrar solamente a distancias relativamente pequeñas de
la explosión: a una milla yardas la intensidad del neutrón es
insignificante. Después de la emisión nuclear, radiación gamma fuerte
continua viniendo de la bomba detonada. Esté genera de los productos de
fisión y continua durante casi un minuto hasta que todos los productos
de la explosión han elevado a una altitud a la que la intensidad
recibida sobre la tierra es insignificante. Un número grande de rayos
beta son emitidos también durante este tiempo, pero son poco
importantes porque su radio de acción no es muy grande, solamente pocos
pies. El radio de acción de partículas alfa de la material activo no
usada y material fisionable de la bomba es hasta más pequeño.
Aparte de la radiación gamma, la luz regular es emitida, alguna de la
que es visible y alguna de la que son rayos ultravioletas
principalmente responsable de quemaduras de ráfaga. La emisión de luz
comienza pocos millisegundos después de la explosión nuclear cuando la
energía de la explosión extiende al aire que encierra la bomba. El
observador entonces ve un globo de fuego que aumenta rápidamente en
tamaño. Durante la mayoría del tiempo temprano, el globo de fuego
extiende tan lejos como la onda de presión alta. Como el globo de fuego
aumenta su temperatura y luminosidad disminuyen. Diversos segundos
después de la iniciación de la explosión, la luminosidad del globo pasa
por un mínimo, entonces se vuelve un poco más luminosa y queda por
orden de unas cuantas veces la luminosidad del sol durante un periodo
de 10 a 15 segundos para un observador a seis millas de distancia. La
mayoría de la radiación es emitida después de este punto de luminosidad
máxima. También después de este máximo, las ondas de presión corren
adelante del globo de fuego.
El globo de fuego se extiende rápidamente del tamaño de la bomba a un
radio de algunos cientos de pies un segundo después de la explosión.
Después de este el aspecto más impresionante es la ascensión del globo
de fuego a un rato de cerca 30 yardas por segundo. Entretanto continua
también aumentando por mezclar con el aire más frío que lo encierra. Al
fin del primer minuto el globo se ha extendido a un radio de algunas
cientos yardas y ha ascendido a una altitud de casi una milla. La onda
de choque ha alcanzado ahora un radio de 15 millas y su presión bajo a
menos de 1/10 de una libra por pulgada cuadrada. El globo ahora pierde
su luminosidad y aparece como una nube grande de humo: la material
pulverizada de la bomba. Esta nube continua ascendiendo verticalmente y
finalmente toma forma de honga a una altitud de casi 25.000 pies
dependiente de condiciones meteorológicas. La nube alarga una altitud
máxima de entre 50.000 pies y 70.000 pies en un espacio de tiempo de
más de 30 minutos.
Es interesante notar que el Dr. Hans Bethe, a ese tiempo un miembro del
Distrito de Ingenieros de Manhattan prestado de la Universidad Cornell,
precedió la existencia y las características de este globo de fuego
meses antes que el primero examen había estado hecho.
Para resumir, la radiación viene en dos estallidos - uno que es
extremamente intenso que dura solamente 3 millisegundos y uno menos
intenso de una duración mucha más larga que dura algunos segundos. El
segundo estallido contiene por mucho la fracción más grande de energía
total de luz, mas de 90%. Pero la primera ráfaga es especialmente
grande en radiación ultravioleta que es más efectiva biológicamente.
Además, porque el calor de esta ráfaga viene durante un tiempo tan
corto, no hay tiempo para ningún enfriamiento, y la temperatura de la
piel de alguien puede elevarse 50 grados centígrados por la ráfaga de
rayos visibles y ultravioletas durante el primer millisegundo a una
distancia de 4.000 yardas. Gente pueden ser heridos por quemaduras de
ráfaga misma a distancias más largas. El peligro de radiación gamma no
extiende cerca tan lejos y radiación de neutrón es aun más limitada.
Las altas temperaturas de piel resultaron de la primera ráfaga de
radiación de fuerte intensidad
y son probablemente tan significantes para los heridos como dosises
totales que vienen principalmente del segundo estallido más sustentado
de radiación. La combinación del aumento de temperatura de piel y flujo
ultravioleta adentro 4.000 yardas es dañina en todos casos a personal
expuestos. Allende este punto podría existir casos de herido,
dependiente en sensibilidad individual. El dosis infrarrojo es
probablemente menos importante a causa de su intensidad más pequeño.
CARACTERISTICAS DEL DAÑO CAUSADO POR LAS BOMBAS ATÓMICAS
El daño a las estructuras hechas por hombre causado por las bombas fue
debido a dos causas distintas: primero el estallido o onda de presión,
que emana del centro de la explosión, y, segundo, los incendios que
fueron causados o por el calor de la explosión misma o por el desplome
de edificios que contienen estufas, fijaciones eléctricas, o algún otro
equipo que puede producir lo que es sabido como un incendio secundario,
y la extensión subsecuente de estos incendios.
El estallido producido por la bomba atómica ya fue declarado de ser
equivalente a ése de 20.000 tonelajes de T.N.T. Teniendo en cuenta esta
cifra, puede calcular las presiones de cresta en el aire, a distancias
varias del centro de la explosión, que ocurrieron siguiente la
detonación de la bomba. Las presiones de cresta que fueron calculadas
antes que las bombas fueron lanzadas estuvieron de acuerdo muy
cercanamente con ésas que fueron observadas actualmente en las ciudades
durante el ataque como es computado por expertos Aliados en un número
de modas ingenias después de la ocupación de Japón.
El estallido de presión de las bombas atómicas difirió de ése de bombas
muy explosivas regulares de tres maneras principales:
A. Empuje descendente. Porque las explosiones fueron altas en el aire,
mucho del daño resultó de presión descendente. Esta presión
naturalmente efectuó más gravemente techos llanos. Postes telegráficos
y otros postes inmediatamente debajo de la explosión quedaron rectos
mientras éstos a distancias más grandes del centro de daño, que fueron
más gravemente expuesto a una empuje horizontal de ondas de presión del
estallido, fueron vuelcos o inclinados. Arboles debajo la explosión
quedaron rectos pero sus ramas fueron rotas descendente.
B. Distorsión pesada de los edificios. Una bomba regular puede dañar
solamente una parte de un edificio grande, que se puede entonces
derrumbar más debajo la acción de gravedad. Pero la onda del estallido
de una bomba atómica es tan grande que puede consumir edificios
completos, no importa cuanto grande está su tamaño, voltearlos como si
una mano gigante los ha dado un empujón.
C. La duración larga de pulsación de presión y el efecto pequeño
consecuente de la presión negativa, o fase de succión. En cualquiera
explosión, la presión positiva aplicada por el estallido dura para un
espacio de tiempo (regularmente una fracción pequeña de un segundo) y
es entonces seguida por un espacio más largo de tiempo de presión
negativa o succión. La presión negativa es siempre mucho mas débil que
la positiva, pero en explosiones regulares la duración corta de la
pulsación positiva resulta en muchas estructuras que no tienen el
tiempo para fallar durante esa fase, mientras fueron capaces de fallar
debajo la presión más extendida, pero más débil. Pero la duración de la
pulsación positiva es aproximadamente proporcional a 1/3 la fuerza del
tamaño de la carga explosiva. Así, si la relación era valida por todo
el radio de acción en cuestión, una explosión de 10 tonelajes de T.N.T.
tendría una pulsación positiva para casi 1/14 la duración de ésa de una
explosión de 20.000 tonelajes. En consecuencia, las explosiones
atómicas tuvieron pulsaciones positivas para periodos muchos más largos
que ésas de explosiones regulares que casi todas faltas ocurrieron
probablemente durante esta fase, y muy poco daño podría estar atribuido
a la succión que siguió.
Otra característica interesante fue la combinación de ignición de
ráfaga y onda comparativa de presión lenta. Algunos objetos, como
tablillas secas y finas de madera, fueron encendidas por la ráfaga
radiada de calor, y entonces sus incendios fueron extinguidos algún
tiempo más tarde (dependiente en su distancia de X) por el estallido de
presión que siguió la ráfaga de radiación.
CÁLCULOS DE PRESIÓN DE CRESTA DE LA ONDA DEL ESTALLIDO
Varios métodos ingeniosos fueron usados por los varios investigadores
para determinar, visitando las ciudades destruidas, las que fueron
actualmente las presiones de cresta ejercitas por los estallidos
atómicos. Estas presiones fueron computadas para varias distancias de
X, y entonces curvas fueron marcadas que fueron verificadas contra las
predicciones teoréticas de las que podrían ser las presiones. Una
verificación más amplia fue dada de las medidas obtenidas por
instrumentos para medir que fueron lanzados por paracaídas a cada
ataque atómico. Las cifras de presión de cresta dieron un indicio
directo al equivalente de tonelaje de T.N.T. de las bombas atómicas,
como las presiones desarrolladas por cualquier cantidad dado de T.N.T.
pueden ser calculadas fácilmente.
Uno de los métodos más simples de estimar la presión de cresta es
apretar bidones de petróleo, vasos de gasolina, o cualquiera otra
vasija de metal fin con una apertura pequeña. La suposición hecha es
que la onda de presión del estallido viene instantáneamente, la presión
resultante sobre la vasija es más que la caja puede sufrir, y las
paredes se desploman hacia dentro. El aire adentro es comprimido
adiabaticalmente a tal punto que la presión adentro es menos para una
cantidad especifica que la presión a fuera; esta cantidad es la
diferencia entre la presión a fuera y adentro que las paredes pueden
sobrevivir en su condición arrugada. Las incertidumbres implicadas son,
primero, que algún aire entra precipitadamente por cualquiera apertura
que tiene la vasija, y así ayuda a intensificarse la presión adentro; y
segundo, que como la presión a fuera cae, el aire adentro no puede
escapar suficientemente rápidamente para evitar que las paredes de la
vasija sean voladas otra vez hasta cierto punto. Estas incertidumbres
son que estimados de presión basadas en este método son bastantes
bajas, es decir, son pocas estimadas.
Un otro método de calcular la presión de cresta es por doblar mástiles
banderas de acero o pararrayos, lejos de la explosión. Es posible
calcular el marco inferior de una caja de moldear de un polo o vara en
una corriente de aire de una densidad y una velocidad ciertas; por
conectando este marco inferior de una caja de moldear con la fuerza del
polo en cuestión, una determinación de la onda de presión puede ser
obtenida.
Ya otro método de estimar la presión de cresta es por el vuelco de
piedras memoriales, de las que hay una grande cantidad en Japón. Las
dimensiones de las piedras pueden ser usadas conjuntamente con datos
conocidos sobre la presión emitida por viento contra superficies
llanas, para calcular la cifra deseada.
DAÑO DEL ESTALLIDO DE LARGO ALCANCE
No había consistencia en el daño del estallido de largo alcance.
Observadores pensaban frecuentemente que habían encontrado el límite, y
entonces 2.000 pies más lejano encontrarían más evidencia de daño.
El daño el más impresionante de largo alcance fue el desplome de
algunas barracas de cuartel en Kamigo, 23.000 pies al sur de X en
Nagasaki. Fue notable ver algunos edificios intactos a los últimos
detalles, incluyendo el techo y hasta las ventanas, y todavía al lado
de ellos un edificio similar derrumbado al nivel de la tierra.
El radio limitativo para desalojamiento grave de tejados en Nagasaki
fue cerca 10.000 pies aunque casos aislados fueron encontrados hasta
16.000 pies. En Hiroshima el radio general limitativo fue casi 8.000
pies; sin embargo, mismo a una distancia de 26.000 pies de X en
Hiroshima, algunos tejados fueron desalojados.
En Mogi, 7 millas de X en Nagasaki, por encima de colinas empinadas más
de 600 pies alta, casi 10% del vidrio se cayó. A localidades más cercas
y solitarias, no había daño de ningún tipo. Un efecto interesante fue
notado en Mogi; testigos oculares dijeron que pensaban que un ataque
pasara a un lugar; una ráfaga grande fue vista, entonces un rugido
fuerte, siguió a varias intervalos de segundos por la mitad de una
docena otros reportajes ruidosos, de todas direcciones. Estos relatos
sucesivos fueron obviamente reverberaciones de las colinas que
encierran Mogi.
CHOQUE DE TIERRA
El choque de tierra en la mayoría de las ciudades fue muy ligero.
Tuberías de agua traían ya agua y donde fugas fueron visibles
estuvieron principalmente sobre tierra. Virtualmente todo del daño a
utilidades subterráneas fue causado por el derrumbo de edificios más
bien que por cualquier empleo directo de la presión del estallido. Este
hecho naturalmente resultó porque las bombas fueron detonadas altas en
el aire.
ESCUDO O PROTECCIÓN CONTRA EL ESTALLIDO
En cualquier explosión una cantidad cierta de protección del estallido
puede ser ganada por tener algún objeto grande y sustancial entre el
objeto protegido y el centro de la explosión. Este efecto de escudo fue
notable en las explosiones atómicas, lo mismo que en casos regulares,
aunque la magnitud de las explosiones y el hecho que ocurrieron a una
altitud considerable en el aire causaron diferencias marcadas del
escudo que habrían estado caracterizadas explosiones de bombas.
El ejemplo distinguido de escudo fue ése proveído de las colinas en la
ciudad de Nagasaki; fue el escudo de estas colinas que resultó en una
área más pequeña de devastación en Nagasaki despecho el facto que la
bomba usada no fue menos poderosa. Las colinas formaron un escudo
efectivo solamente a tales distancias del centro de la explosión a las
que la presión del estallido llevó a ser critica - es decir, fue
solamente apenas suficiente para causar derrumbo - para la estructura.
Las casas construidas dentro de barrancas que punteaban lejos del
centro de la explosión sobrevivieron sin daño, pero otras a distancias
similares dentro de barrancas puntadas hacia el centro de la explosión
fueron dañadas gravemente. En el norte de Nagasaki había una aldehuela
pequeña a cerca 8.000 pies del centro de la explosión; alguien podía
ver variación distintiva de la intensidad de daño a través de la
aldehuela, correspondiente a las sombras que hace una colina muy aguda.
El ejemplo mayor de escudo por una colina fue sudoeste del centro de la
explosión en Nagasaki. El daño a 8.000 pies de X consistió en daño
ligero de emplasto y destrucción de casi la mitad de las ventanas.
Estos edificios fueron de tipo europeo y estaban al otro lado de una
colina empinada. A la misma distancia al sur-sudoeste el daño fue
considerablemente más grave, es decir, todos estructuras y cercos, y
puertas, fueron dañados y daño de emplaste muy grave y grietas en la
obra de ladrillos aparecieron también. El contraste puede ser ilustrado
por el hecho que a 10.800 pies a la oficina Prefectural de Nagasaki el
daño no fue bastante malo para que el edificio fuera evacuado, mientras
que a la Escuela Normal de Nagasaki a la que la oficina Prefectural ha
estado movida, a la misma distancia, el daño fue comparativamente
ligero.
A causa de la altitud de los estallidos nadie esperó que el escudo de
un edificio por un otro, a menos hasta un radio considerable. Era
difícil en hecho esconder alguna evidencia a cualquiera distancia de
tal escudo. Aparecía que había poco escudo al edificio detrás del
Edificio de Administración de los Trabajos de Torpedos en Nagasaki,
pero los beneficios fueron pocos. Había también alguna evidencia que el
grupo de edificios comprometedores a la Facultad de Medicina en
Nagasaki se ofrecieron protección. En general, sin embargo, escudo de
un edificio por un otro no fue notable.
Había un otro tipo peculiar de escudo exhibido mejor por las casas de
los trabajadores al norte de la planta de torpedos en Nagasaki. Estos
estaban 6.000 a 7.000 pies norte de X. El daño a estas casas no fue tan
malo como a ésas más que una milla pies más lejano del centro de la
explosión. Pareció como la grande destrucción causada en la planta de
torpedos se ha debilitado el estallido un poquito, y la fuerza completa
no fue restaurada para 1.000 pies más lejano o más.
QUEMADURA DE RÁFAGA
Como fue ya establecido, una característica distintiva de la bomba
atómica, que es considerablemente extraña a los explosivos regulares,
es que una fracción apreciable de la energía emitida se transmite en
calores y luz radiantes. Para tener una explosión suficientemente
grande, la quemadura de ráfaga producida por esta energía radiada va a
ser la causa dominante de daño, como la área de daño de quemadura
aumentará en proporción con la energía emitida, mientras que la área de
daño del estallido aumenta solamente con la dos-terceros fuerza de
energía. Aunque tal inversión del mecanismo de daño no fue realizada en
las bombas de Hiroshima y Nagasaki, los efectos de la ráfaga fueron,
sin embargo, muy evidentes y muchas casualidades resultaron de
quemaduras de ráfaga. Una discusión de las casualidades causadas por
las quemaduras de ráfaga será dada más tarde; en esta sección los otros
efectos de ráfaga que fueron observados en las dos ciudades serán
descritos.
La duración de la radiación del calor causada por la bomba es tan
corta, solamente un milésimo de un segundo, que no hay tiempo para
energía que cae sobre una superficie para ser disipada por difusión
térmica; la quemadura de ráfaga es típicamente un efecto superficial.
En otras palabras, la superficie de una persona o de un objeto
expuestos a la ráfaga es elevada a una temperatura muy alta mientras
inmediatamente debajo de la superficie poca elevación de temperatura
ocurre.
La quemadura de ráfaga de la superficie de objetos, particularmente
objetos de madera, ocurrió en Hiroshima hasta un radio de 9.500 pies de
X; en Nagasaki quemaduras fueron visibles hasta 11.000 pies de X. La
carbonización y ennegreción de todos postes telefónicos, arboles, y
postes de madera en las áreas no destruidas por el incendio general
ocurrieron solamente al lado que estaba enfrente del centro de la
explosión y no fue a las vueltas de las esquinas de edificios o de
colinas. La posición exacta de la explosión fue determinada exactamente
por tomar un número de vistas de varios objetos que habían estado
quemados de ráfaga en un lado solamente.
Para ilustrar los efectos de la quemadura de ráfaga, lo siguiente
describe un número de ejemplos encontrados por un observador moviendo
hacia norte del centro de la explosión en Nagasaki. Primero había una
línea de postes al borde norte de la colina de prisión, a 0,3 millas de
X. La cima y la parte superior de estos postes fueron carbonizadas
gravemente. La carbonización sobre los frentes de los postes fue
limitada severamente por la sombra de la pared. Esta pared fue sin
embargo completamente demolida por el estallido, que llegó naturalmente
algún tiempo después de la ráfaga. Al borde norte de los Trabajos de
Torpedos, 1,05 millas de X, postes telefónicos fueron carbonizados a
una profundidad de casi 0,5 milímetros. Una pieza ligera de madera
similar al lado llano de una canasta para naranjas, fue escondida
apoyándose contra unos de los postes telefónicos. Su superficie de
frente fue carbonizada en el mismo modo que el poste, pero fue evidente
que había estado encendida actualmente. La madera fue ennegrecida por
un par de grietas y agujeros de clavos, y alrededor de las bordes
encima de la superficie posterior. Apareció probable que esta pieza de
madera ha encendido bajo la ráfaga durante algunos segundos antes que
la llama fue soplada por el viento del estallido. Más lejano, entre
1,05 y 1,5 millas de la explosión, había muchos arboles y postes que
mostraban carbonización. Algunos de los postes tuvieron plataformas
cercas de la encima. Las sombras hechas por las plataformas fueron
claramente visibles y mostraron que la bomba ha detonado a una altitud
considerable. La línea de postes volvió norte y cruzó la cordillera de
la montaña; la quemadura de ráfaga fue claramente visible hasta la
punta de la cordillera, la quemadura la más lejos a una distancia de
2,0 millas de X.
Otro efecto impresionante de la quemadura de ráfaga fue la apariencia
otoñal de la cuenca formada por las colinas sobre tres lados del punto
de la explosión. Las cordilleras están casi 1,5 millas de X. Por toda
la cuenca el follaje cambió a amarilla, aunque al otro lado de las
cordilleras el ambiente rural fue bastante verde. Esta apariencia
otoñal de los arboles extendió a casi 8.000 pies de X.
No obstante, arbustos y plantas pequeñas bastantes cercas al centro de
la explosión en Hiroshima, aunque desnudas de hojas, obviamente no
murieron. Muchos produjeron yemas nuevas cuando observadores visitaron
la ciudad.
Hay dos otros efectos notables del calor radiado de la explosión de la
bomba. El primero de estos es la manera en que el calor se endureció a
la superficie de granito pulido, que retuvo su pulimento solamente
donde fue escudado del calor radiado que viaje en líneas rectas de la
explosión. Este endurecimiento por calor radiado causada por la
expansión desigual de los cristales constitutivos de la piedra; para
cristales de granito la temperatura de fundir es cerca 600 grados
centígrado. Por siguiente, la profundidad de endurecimiento y la escama
ultima de la superficie de granito señaló la profundidad a la que esta
temperatura ocurrió y ayudó a determinar las temperaturas medias de
tierra durante el instante siguiente la explosión. Este efecto fue
notado para distancias casi 1 1/2 veces más grande en Nagasaki que en
Hiroshima.
El segundo efecto notable fue que las tejas burbujearon. El tamaño de
las burbujas y su grado fueron proporcionales con su proximidad al
centro de la explosión y dependieron de cuanto la teja estaba enfrente
hacia la explosión. La razón de distancia de este efecto entre Nagasaki
y Hiroshima fue casi lo mismo como para la escama de granito pulido.
Otros efectos causados por el calor radiado fueron notados, incluyendo
la iluminación de superficies de caminos de asfalto en lugares que no
estaban protegidos del calor radiado por cualquier otro objeto como ése
de una persona caminando por el camino. Varias otras superficies fueron
descoloras de modas diferentes por el calor radiado.
Como ya fue mencionado, el hecho que el calor radiante viajó solamente
en líneas rectas del centro de la explosión capacitó a observadores que
determinar la dirección hacia el centro de la explosión de un número de
puntos diferentes, por observar sombras que fueron hechas por objetos
intermedios donde escudaron la superficie en otras circunstancias
expuesta de algún objeto. Así el centro de explosión estuvo situado con
exactitud considerable. En un número de casos estas sombras dieron
también una indicación de la altitud del estallido de la bomba y de vez
en cuando una penumbra distinta fue escondida que capacitó a
observadores de calcular el diámetro del globo de fuego al instante que
emitió el efecto máximo de carbonización y quemadura.
Una otra característica relacionada con radiación de calor fue la
carbonización de tejido a grados diferentes dependiente del color del
tejido. Un número de instancias fueron anotados en las que personas que
traían ropa de varios colores recibieron quemaduras variantes mucha en
grado, el grado de quemadura dependiente en el color del tejido sobre
la piel en cuestión. Por ejemplo una camisa con rayas alternas de gris
claras y oscuras, cada raya casi 1/8 de una pulgada de ancho, las rayas
oscuras fueron completamente quemadas pero las rayas claras fueron
indemnes; y una tira de papel japonesa expuesto a casi 1 1/2 millas de
X tuvo caracteres que fueron escritos en tinta negra quemadas
perfectamente.
CARACTERISTICAS DE LAS HERIDAS A PERSONAS
Heridas a personas que resultaron de las explosiones atómicas fueron de
los tipos siguientes:
A. Quemaduras, de
1. radiación de calor de ráfaga
2. incendios comenzados por las explosiones.
B. Heridas mecánicas a causa del derrumbo de edificios, escombro
volando, etcétera
C. Efectos directos de presión fuerte del estallido, es decir
compresión directa.
D. Heridas a causa de radiación, de la emisión instantánea de rayos
gamma y neutrones.
No es posible asignar porcentajes exactos de casualidades a cada tipo
de herida, porque tantas víctimas fueron lesionadas por más que un
efecto de las explosiones. Sin embargo, es cierto que la parte más
grande de las casualidades resultó por quemaduras y heridas mecánicas.
Cor. Warren, uno de los radiólogos principales de América, declaró que
es probable que 7 por ciento o menos de las casualidades resultaron
primariamente de enfermedad de radiación.
El factor singular más grande que influyó la ocurrencia de casualidades
fue la distancia de la persona afectada del centro de la explosión.
Cuentas basadas en el estudio de un grupo seleccionado de 900 pacientes
señaló que las casualidades totales ocurrieron tan lejos como 14.000
pies en Nagasaki y 12.000 pies en Hiroshima.
Se sufrieron quemaduras a una distancia considerablemente más larga de
X que cualquier otro tipo de herida, y heridas mecánicas más lejanos
que efectos de radiación.
Descubrimientos médicos muestran que ninguna persona fue herida por
radioactividad que no fue expuesta a la explosión actual de las bombas.
No resultaron lesiones de radioactividad persistente de ninguna manera.
QUEMADURAS
Dos clases de quemaduras fueron observadas. Son distinguidas como
quemaduras de fuego o llama y quemaduras de ráfaga, así llamada.
La apariencia próxima de una quemadura de llama como reportada por los
Japoneses, y la apariencia más tarde como observada, no fue inusual.
La quemadura de ráfaga presentó varias características distintas. Rojez
pronunciada de las áreas de piel afectadas apareció casi
inmediatamente, según los Japoneses, con cambios progresivos de la piel
que ocurrieron durante un espacio de tiempo de algunas horas. Cuando
vista después de 50 días, la característica más distinta de estas
quemaduras fue su limitación clara a áreas de piel expuestas que
estuvieron enfrente del centro de la explosión. Por ejemplo, un enfermo
que caminaba a la dirección de angulas rectas a una línea ilustrada
entre él y la explosión, y cuyos brazos estaban colgando, podría tener
quemaduras solamente al exterior del brazo más cercano al centro y
adentro del otro brazo.
Generalmente, cualquier tipo de escudo protegió la piel contra
quemaduras de ráfaga, aunque quemaduras a través de uno, y muy
raramente más, estratos de ropa, ocurrió a pacientes cercas al centro.
En tales casos, no fue inusual encontrar quemaduras a través de ropa
negra pero no a través de ropa blanca, sobre el mismo paciente.
Quemaduras de ráfaga tuvieron el efecto de envolver áreas donde la ropa
fue estrecha sobre la piel, por ejemplo sobre codos o hombros.
Los Japoneses reportan la incidencia de quemaduras para pacientes que
sobrevivieron más que algunas horas después de la explosión, y buscando
atención medica, tan frecuente como 95%. Las mortalidades totales
debidas a quemaduras únicas no pueden ser estimadas con cualquier grado
de exactitud. Como fue ya mencionado, es creído que la mayoría de todas
las casualidades ocurrieron inmediatamente. De éstas, los Japoneses
estiman que 75%, y la mayoría de los reportes estiman que más de 50%,
de las casualidades fueron debidas a quemaduras.
En general, la incidencia de quemaduras fue en proporción directa con
la distancia de X. No obstante, irregularidades ciertas en esta
correspondencia resultan en estudios médicos a causa de variaciones en
la cantidad de escudo de quemadura de ráfaga, y a causa de la falta de
datos completos sobre personas cercas a X que murieron
instantáneamente.
La distancia máxima de X a la que quemaduras de ráfaga fueron
observadas es de interés máximo. Fue estimado que pacientes con
quemaduras en Hiroshima estuvieron todos menos de 7.500 pies del centro
de la explosión al tiempo del bombardeo. En Nagasaki, pacientes con
quemaduras fueron observados a la distancia notable de 13.800 pies.
LESIONES MECANICAS
Las lesiones mecánicas incluyeron roturas, laceraciones, contusiones,
abrasiones, y otros efectos que son esperados de techos cayendosos,
paredes desmenuzadas, escombro y vidrio volando, y otros efectos
indirectos del estallido. La apariencia de estos varios tipos de
lesiones mecánicas no fue notable según las autoridades que la estudió.
Fue estimado que pacientes con laceraciones en Hiroshima estuvieron
menos de 10.600 pies de X, mientras que en Nagasaki extendieron tan
lejos como 12.200 pies.
La resistencia tremenda del viento, misma tan lejos como 1 milla de X,
debió resultar en muchas lesiones y casualidades. Algunas piezas
grandes de una pared de prisión, por ejemplo, fueron lanzadas 80 pies,
y muchas han ido 30 pies antes de caer. La misma fortuna debió
acontecer a mucha gente, y las posibilidades que un ser humano
sobreviviría tal trato son probablemente pequeñas.
LESIONES DE ESTALLIDO
Ninguna aproximación del número de casualidades o de síntomas primarias
debidas a la presión del estallido puede ser hecha. Las presiones
desarrolladas sobre la tierra debajo de las explosiones no fueron
suficientes para matar a más que estas personas que estuvieron muy
cercas del centro de daño (adentro de algunos cientos pies a lo más).
Muy pocos casos de tímpanos quebrados fueron notados, y es el
sentimiento general de las autoridades médicas que los efectos directos
del estallido no fueron significantes. Muchos de los reportes
japoneses, que son creídos de ser falsos, describen efectos inmediatos
como abdómenes herniados con intestinos y ojos salientes, pero tales
resultados no fueron actualmente señalados al efecto de presión de aire
únicamente.
LESIONES DE RADIACIÓN
Como se fue señalado en otra sección de este reporte las radiaciones de
las explosiones nucleares que causaron lesiones a personas fueron
primariamente ésas sentidas durante el primer segundo después de la
explosión; pocas ocurrieron más tarde, pero todas ocurrieron durante el
primer minuto. Los dos otros tipos generales de radiación, a saber,
radiación de productos esparcidos de fisión y radioactividad inducida
de objetos cercas al centro de la explosión, fueron aprobados
claramente de no causar ningunas casualidades.
La designación apropiada de lesiones de radiación es un poco difícil.
Las dos designaciones las más directas son probablemente lesión de
radiación y lesión de rayos gamma. El termino precedente no es
enteramente adecuado en que no define el tipo de radiación como
ionizando y permite confusión con otros tipos de radiación (por ejemplo
infrarrojo). La objeción al termino más reciente es que limite la
radiación ionizanda a rayos gamma, que fueron sin dudo los más
importantes; pero la contribución posible de rayos de neutrón y rayos
beta a los efectos biológicos no puede ser enteramente rechazada.
Lesión de radiación tiene la ventana de costumbre, como es entendida
generalmente en el campo de medicina que se refiere a los efectos de
rayos X a diferencia de los efectos de radiación actinica. En
conformidad, lesión de radiación es usada en este reporte para
significar lesión debida solamente a radiación ionizanda.
Según observaciones japonesas, los síntomas primarios de los pacientes
que sufrieron de lesión de radiación parecieron mucho a los síntomas
observados de pacientes que reciben roentgenoterapia, así como también
ésas observadas en animales experimentales que reciben dosises grandes
de rayos X. Los síntomas importantes que fueron reportados por los
Japoneses y observados por las autoridades americanas fueron depilación
(perdida de pelo), Petequias (flujo de sangre en la piel), y otras
menafastaciones de hemorragia, lesiones orofaringeas (inflamación de la
boca y garganta), vomitando, diarrea, y fiebre.
Depilación fue uno de los descubrimientos más obvia y espectacular. La
apariencia del paciente depilado fue típica. La corona fue implicada
más que los lados, y en muchas instancias la semejanza a una tonsura de
un monje fue impresionante. En casos extremos el pelo fue perdido
totalmente. En algunos casos, recrecimiento de pelo comenzó 50 días
después de los bombardeos. Curiosamente, depilación de pelo otro que el
pelo sobre el cuerocabelludo fue extremamente inusual.
Petequias y otras manifestaciones de hemorragia fueron descubrimientos
impresionantes. El flujo de sangre comenzó regularmente en las ensillas
y fue evidente pronto de todas fuentes posibles en los que fueron
afectados más gravemente. Petequias aparecieron sobre extremidades y
sobre puntos de compresión. Equimosises grandes (hemorragias debajo la
piel) se desarrollaron alrededor de punciones de agujas, y lesiones
sanadas parcialmente se debilitaron y sangraron mucho. Hemorragias
retinas ocurrieron en muchos pacientes. El tiempo para sangradura y
coagulación fue prolongado. Las plaquetas (coagulación de sangre)
fueron característicamente reducidas en números.
Nausea y vómito aparecieron dentro de algunas horas después de la
explosión fueron reportados frecuentemente por los Japoneses.
Regularmente subsidió por la mañana siguiente, aunque a veces duró para
dos o tres días. Vomitando no fue reportado infrecuentemente y fue
observado durante el transcurso de síntomas más tardes, aunque a estos
tiempos aparentemente en relación con la otra manifestación de
reacciones sistemáticas asociadas con infección.
Diarrea de grados variantes de severidad fue reportada y observada. En
los casos más graves, fue frecuentemente sangrienta. Por razones que no
son claras, la diarrea en algunos casos fue muy persistente.
Lesiones de las encías, y de la membrana oral mucosa, y de la garganta
fueron observadas. Las áreas afectadas encrecieron rojo fuerte,
entonces violácea en color; y en muchas instancias ulceraciones y
necrosis (colapso de tejido) siguieron. Recuentos sanguíneos hechos y
ordenados de nuevo por los Japoneses, así como recuentos hechos por el
Grupo del Distrito de Ingenieros de Manhattan, de estos pacientes
mostraron regularmente leucopenia (recuento sanguíneo bajo de glóbulos
blancos). En casos extremos el recuento sanguíneo de glóbulos blancos
fue bajo 1.000 (recuento regular es cerca 7.000). En conexión con la
leucopenia y las lesiones orofaringeas, una variedad de otros procesos
infectos fue vista. Lesiones y quemaduras que sanaron adecuadamente
supuraron y grave necrosis ocurrió. Al mismo tiempo, ulceraciones
similares fueron observadas a la faringe, tripas, y en el caso de
hembras, los genitales. Fiebre acompañó estas lesiones usualmente.
Lesiones en los ojos producidas por los bombardeos atómicos en las dos
ciudades fueron el sujeto de investigaciones especiales. Los tipos
regulares de lesiones mecánicos fueron vistos. Por añadidura, lesiones
consistentes en hemorragia retinal y exudación fueron observadas y 75%
de los pacientes que las mostraron tuvieron otras muestras de lesión de
radiación.
El progreso de enfermedad de radiación de varios grados de severidad se
muestra en la tabla siguiente:
_SUMARIO DE LESION DE RADIACIÓN_
_SINTOMAS CLINICAS Y DESCUBRIMIENTOS_
Día
después
de la
Explosión Más Grave Moderadamente Grave Benigno
1. 1. Nausea y vomitando 1.Nausea y vomitando
2. después de 1 o 2 horas. después de 1 o 2 horas.
3. NO HAY SÍNTOMAS DEFINIDAS
4.
5. 2. Diarrea
6. 3. Vómito NO HAY SÍNTOMAS DEFINIDAS
7. 4. Inflamación de la
boca y la garganta
8. 5. Fiebre
9. 6. Enflaquecimiento Rápido
10. Muerte NO HAY SÍNTOMAS DEFINIDAS
11. (Mortalidad probablemente 2.Depilación comienza.
12. 100%)
13.
14.
15.
16.
17.
18. 3. Perdida de Apetito
19. y Malestar General 1. Depilación
20. 4. Fiebre 2. Perdida de Apetito
21. 5. Inflamación Grave y Malestar
22. de la boca y la garganta 3. Garganta Adolorada
23. 4. Palidez
24. 5. Petequias
25. 6. Diarrea
26. 7. Enflaquecimiento Moderado
27. 6. Palidez
28. 7. Petequias, diarrea
29. y hemorragias nasales (Recuperación salvo los que son
30. complicados por mal de salud o
31. 8. Enflaquecimiento Rápido lesiones o infección superpuestas)
Muerte
(Mortalidad probablemente 50 %)
La conclusión fue que las personas expuestas a las bombas al tiempo de
la detonación mostraron efectos de radiación ionizanda y que algunos de
estos pacientes, no lesionados de otra manera, murieron. Casualidades
de radiación comenzaron casi una semana después de exposición y
llevaron a cabo en 3 a 4 semanas. Casi dejó de suceder en 7 a 8
semanas.
Tratamiento de las quemaduras y otras lesiones físicas fue hecho por
los Japoneses por métodos ortodoxos. Tratamiento de los efectos de
radiación incluyeron medidas generales sustentadores aquellos que
descansó y regímenes alimenticios caloríficos y con muchas vitaminas.
Preparaciones de calcio y de hígado administradas por inyección y
transfusiones de sangre fueron usadas para combatir hemorragia.
Preparaciones especiales de vitaminas y drogas especiales usadas en el
tratamiento de condiciones médicas similares fueron usadas por los
oficiales del Servicio de Sanidad del Ejército Americano después de su
llegada. Aunque las medidas generales puestas en efecto fueron de algún
beneficio, un efecto definido de cualquiera de las medidas especificas
durante el curso de la enfermedad no podía ser demostrado. El uso de
drogas de sulfamidas por los Japoneses y particularmente de penicilina
por los médicos americanos después de su llegada sin dudo ayudó a
controlar las infecciones y aparece que fuera el tipo único importante
de tratamiento que pudiera cambiar el curso más temprano de estos
pacientes.
Una de las tareas más importantes asignadas a la misión que se
investigó fueron los efectos del bombardeo fue ésta de determinar si
los efectos de la radiación fueran debidos a las descargas instantáneas
al tiempo de la explosión, o si gente fuera dañada por añadidura de
radioactividad persistente. La cuestión fue investigada de dos puntos
de vista. Medidas directas de radioactividad persistente fueron hechas
al tiempo de la investigación. De estas medidas, cálculos fueron hechos
de los dosises escalonados de radiación, es decir , la cantidad total
de radiación podía estar absorbido por cualquier persona. Estos
cálculos mostraron que el dosis más fuerte que habría estado recibido
de radioactividad persistente en Hiroshima fue entre 6 y 25 roentgenes
de radiación gamma; el más fuerte en la área Nagasaki fue entre 30 y
110 roentgenes de radiación gamma. La cifra más reciente no refiere a
la ciudad misma, pero a una área localizada en el Distrito Nishiyama.
Para interpretar eses encuentros tiene que entender que para obtener
estos dosises, alguien tendría que quedar al punto de radioactividad
más fuerte para 6 semanas continuamente, desde la primera hora después
del bombardeo. Es aparente en consecuencia que en cuanto a podría estar
determinado en Hiroshima y Nagasaki, la radiación residual sola no
podía estar dañina a la salud de personas que entraron y vivieron en
las áreas bombardeadas después de la explosión.
El segundo enfoque a esta cuestión fue para determinar si cualquier
persona que no estuvo en
la ciudad al tiempo de la explosión, pero que vinieron inmediatamente
después mostraron cualquiera síntomas o encuentros que podían estar
debidos a radiación inducida de persistencia. A la hora de la llegada
del Grupo de Ingenieros del Distrito de Manhattan, muchos estudios
japoneses fueron hechos con tales personas. Ningunas de las personas
examinadas en cualquier de estos estudios mostraron cualquier síntomas
que podían estar atribuidas a radiación, y sus recuentos sanguíneos
actuales fueron consistentemente a dentro de los límites normales.
Durante todo el periodo de la investigación del Distrito de Ingenieros
de Manhattan, médicos japoneses y pacientes fueron pedidos
repetidamente que traer cualquier pacientes al Grupo que ellos pensaban
podrían ser ejemplos de personas dañadas de radioactividad persistente.
Tales sujetos no fueron encontrados.
Por siguiente la conclusión, como resulta de estos descubrimientos y
falta de descubrimientos, es que aunque una cantidad medida de
radioactividad inducida fue encontrada, no fue suficiente para causar
ningún herida a personas que vivían en las dos ciudades después de los
bombardeos.
ESCUDO DE RADIACIÓN
Cifras exactas sobre el grueso de ciertas sustancias para proveer
protección completa o parcial de los efectos de radiación con relación
a la distancia del centro de la explosión no pueden estar dadas a este
tiempo. Estudios de datos coleccionados son ya en camino. Puede ser
declarado, no obstante, que a una distancia razonable, casi 1/2 milla
del centro de la explosión protección para personas contra lesión de
radiación no puede ser dada por un estrato de concreto o otro material
cuyo grueso no evita construcción razonable.
Radiación causó últimamente la muerte de pocas personas que no fueron
agotadas por otros efectos y que fueron completamente expuestas a las
bombas hasta una distancia de casi 1/2 milla de X. La Misión Británica
estimó que gente al aire libre tuvieron una posibilidad de 50% de
sobrevivir los efectos de radiación a 3/4 de una milla de X.
EFECTOS DE LOS BOMBARDEOS
ATÓMICOS SOBRE LOS HABITANTES
DE LAS CIUDADES BOMBARDEADAS
A ambas Hiroshima y Nagasaki la escala tremenda de desastre destruyó
extensamente las ciudades como entidades. Mismo el peor de todos
ataques previos de bombardeo sobre Alemania y Japón, así como ataques
incendiarios sobre Hamburg en 1943 y sobre Tokio en 1945, no fue
comparable al efecto paralizando de las bombas atómicas. Además del
número enorme de personas que fueron matados o lesionados para que sus
servicios en rehabilitación no fueran disponibles, una huida de la
población ocurrió de ambas ciudades inmediatamente siguiente las
explosiones atómicas a causa de pánico. Reconstrucción significante o
trabajo de reparación no fue realizado a causa del regreso lento de la
población; al fin de noviembre de 1945 cada una de las ciudades tuvo
solamente casi 140.000 gente. Aunque el termino de la guerra casi
inmediatamente después de los bombardeos atómicos destruyó mucho del
incentivo de la gente japonesa que concierne reconstrucción inmediata
de sus perdidas, su parálisis fue ya extraordinaria. Mismo el despejo
de ruinas y la quemadura de muchos cuerpos atrapados adentro no fueron
bien organizados algunas semanas después de los bombardeos. Como la
Misión Británica declaró , la impresión que causan las dos ciudades es
que bajaron, en un instante y sin lucha, al grado más primitivo.
Además de lesión física y daño, el efecto el más significante de las
bombas atómicas fue que sobrecogió de terror a los pueblos de las dos
ciudades bombardeadas. Este terror, resultante en actividad inmediata
histérica y evacuación de las dos ciudades, tuvo un efecto
especialmente pronunciado: personas que han encarecido acostumbradas a
ataques aéreos masivos no pusieron atención a aviones únicos o pequeños
grupos de aviones, pero después de los bombardeos atómicos la
apariencia de un avión único causó más terror y disrupción de la vida
normal que la apariencia de muchos cientos aviones podía causar antes
de los bombardeos. El efecto de este miedo terrible del peligro
potencial que hasta un avión del enemigo sobre las vidas de los pueblos
del mundo en caso de cualquier guerra del futuro puede estar fácilmente
conjeturado.
La bomba atómica no ganó la guerra sin ayuda, pero la terminó
indudablemente, salvando algunas mil personas que habrían muerto en
cualquier invasión de combata de Japón.
TESTIGO OCULAR
Hiroshima el 6 de agosto de 1945
por Padre John A. Siemes, Profesor de Filosofía a la Universidad
Católica de Tokio
Hasta el 6 de agosto, bombas infrecuentes, que no hicieron grande daño,
cayeron sobre Hiroshima. Muchas ciudades tortuosas, una tras otra,
fueron destruidas, pero Hiroshima quedaba protegida. Había aviones de
observación casi diario sobre la ciudad pero ninguno lanzó una bomba.
Los ciudadanos se maravillaron de que ellos mismos quedaron serenos
durante un espacio de tiempo tan largo. Había rumores fantásticos que
el enemigo tuvo pensado especial para la ciudad, pero nadie sonó que el
fin vendría en tal modo como la mañana del 6 de agosto.
El 6 de agosto comenzó con una mañana de verano calor y brillante. A
ése de las siete, había un aviso de ataque aéreo que nosotros hemos
oído casi cada día y algunos aviones aparecieron sobre la ciudad. Nadie
puso atención y a cerca las ocho, la señal de que había pasado el
peligro fue sonada. Yo estoy sentando en mi cuarto al Noviciado de la
Sociedad de Jesús en Nagatsuke; durante la mitad pasada del año, la
sección filosófica y teológica de nuestra Misión ha estado evacuada a
este lugar de Tokio. El Noviciado está situado aproximadamente dos
kilómetros de Hiroshima, en el medio de un valle arriba que extiende de
la ciudad al nivel del mar a esta región alejada montañosa, y por la
que un río recorre. De mi ventana, tengo una vista maravillosa por el
valle a la fuera de la ciudad.
De repente,--- la hora es aproximadamente 8:14 - toda el valle llenó
con una luz deslumbrante que se parece a la luz de magnesio que se usa
para fotografía, y yo tengo consciencia de una onda de calor. Yo salto
a la ventana para enterarme de la causa de este fenómeno, pero yo no
voy más que esa luz brillante y amarilla. Como yo voy hacia la puerta,
no me ocurre que la luz podría tener que ver con aviones del enemigo.
De camino de la ventana, yo oigo una explosión moderadamente fuerte que
parece que viene desde lejos y, al mismo tiempo, las ventanas rompen
con un estallido fuerte. Había un intervalo de quizá diez segundas
desde la ráfaga de luz. Yo estoy cubierto por fragmentos de vidrio. El
cerco entero de la ventana fue introducido por fuerza en el cuarto. Yo
me doy cuenta de que una bomba detonara y tengo la impresión de que
detonó directamente arriba de nuestra casa o en la vecindad cercana.
Yo sangro por heridas de las manos y la cabeza. Yo intento salir por la
puerta. Ha sido arrancada por la presión del aire y ha encarecido
apretada. Yo fuerzo una apertura en la puerta por medio de bofetadas y
golpes de pie y vengo a un corredor ancho del que desemboca en los
varios cuartos. Todo está en estado de confusión. Todas las ventanas
están rotas y todas las puertas forzadas hacia dentro. Las estanterías
en el corredor se han derrumbado. No noto una segunda explosión y los
aviadores parecen que estar en funcionamiento. La mayoría de mis
colegas han estado lesionadas por fragmentos de vidrio. Algunos sangran
pero ninguno ha estado lesionado gravemente. Todos nosotros hemos sido
afortunados como ahora es aparente que la pared de mi cuarto frente de
la ventana ha sido lacerada por fragmentos largos de vidrio.
Nosotros procedemos al frente de la casa para ver donde la bomba ha
aterrizado. No hay evidencia, sin embargo, de un embudo; pero la
sección sudoeste de la casa es dañada severamente. No queda ni una
ventana ni una puerta. La ventolera de aire ha penetrado la casa entera
del sudoeste, pero la casa ya está recta. Es construida al estilo
japonés con un armazón de madera, pero es grandemente fortalecida por
la labor de Compadre Gropper como se hace frecuentemente en casas
japonesas. Solamente por la frente de la capilla que junta la casa,
tres soportes han cedidos (fue construido de un templo japonés,
enteramente de madera.)
Abajo en el valle, quizá un kilometro hacia la ciudad de nosotros,
algunas casas de campesinos están ardiendo y los bosques al otro lado
del valle están en llamas. Algunos de nosotros vamos allí para ayudar a
controlar las llamas. Mientras tratamos de ordenar todo, una tempestad
viene y comienza a llover. Sobre la ciudad, nubes de humo ascienden y
oigo algunas pequeñas explosiones. Yo concluyo que una bomba
incendiaria con una acción explosiva especialmente fuerte ha detonado
en el valle. Algunos de nosotros vimos tres aviones a una altitud
enorme sobre la ciudad al tiempo de la explosión. Yo mismo no vi ningún
vehículo aéreo.
Quizá una media hora después de la explosión, una procesión de gente
comienza a venir por el valle de la ciudad. La multitud se vuelve más
numerosa continuamente. Algunos vienen por el camino a nuestra casa.
Nosotros les damos primeros auxilios y los traemos dentro de la
capilla, que hemos limpiado y hemos removido despojos en el tiempo
medio, y los situamos a las esteras de paja que constituyen los pisos
de casas japonesas para que puedan descansarse. Algunos tienen heridas
horribles sobre las extremidades y la espalda. Las pequeñas cantidades
de grasa que poseímos durante este tiempo de guerra fueron agotadas
pronto para cuidar a las quemaduras. Padre Rektor que, antes de tomar
sus ordenes sacerdotales, ha estudiado medicina, suministra a las
personas lesionadas, pero nuestros vendajes y drogas son agotados
pronto. Tenemos que estar contentos de depurar las heridas.
Más y más personas lesionadas nos vienen. Las personas menos lesionadas
arrastran las que son lesionadas más gravemente. Hay soldados
lesionados, y madres que traen niños quemados en sus brazos. De las
casas de los granjeros en el valle vienen noticias: Nuestras casas son
llenas de personas lesionadas y moribundas. ¿Pueden ayudar, a menos por
tomar los casos peores?. Las personas lesionadas vienen de las
secciones a la fuera de la ciudad. Vieron la luz brillante, sus casas
se derrumbaron y enterraron las residentes en sus cuartos. Ellos que
estuvieron al aire libre sufrieron de quemaduras instantáneamente,
particularmente sobre las partes de cuerpo que fueron vestidas
ligeramente o desvestidas. Numerosos incendios comenzaron que
consumieron pronto el distrito entero. Concluimos ahora que el
epicentro de la explosión estuvo a la fuera de la ciudad cerca de la
Estación de Jokogawa, tres kilómetros de distancia de nosotros. Nos
ocupamos de Padre Kopp que este mañana misma fue para celebrar misa a
las Hermanas de los Pobres, que tienen una casa para niños a la fuera
de la ciudad. No ya ha vuelto.
Cerca al mediodía, nuestra gran capilla y biblioteca son llenas de
personas gravemente lesionadas. La procesión de refugiados de la ciudad
continua. Finalmente, a casi una hora, Padre Kopp vuelve, junto con las
Hermanas. Su casa y el distrito entero donde viven fue consumido por el
fuego a la tierra. Padre Kopp sangra de la cabeza y el cuello, y tiene
una grande quemadura sobre su palma derecha. Estuvo de pie delante del
convento de monjas listo para ir a su casa. De repente, se dio cuenta
de la luz, sintió la onda de calor y una grande ampolla formó sobre su
mano. Las ventanas fueron arrancadas por la explosión en su vecindad
cercana. El convento de monjas, también una estructura de madera hecha
por nuestro Compadre Gropper, quedó ya pero pronto es notado que la
casa está prácticamente destruida porque el incendio, que ha comenzado
a muchos puntos en el barrio, viene más y más cerca, y no hay agua. Hay
ya tiempo para rescatar ciertas cosas de la casa y para enterrarlas en
un sitio libre. Entonces la casa es consumida por llama, y ellos luchan
para volver a nosotros por la libera del río y por las calles
ardientes.
Pronto vienen las noticias que la ciudad entera ha sido destruida por
la explosión y que está ardiente. ¿Que han sido del Padre Superior y
los otros tres padres que estuvieron al centro de la ciudad a la Misión
Central y la Casa Parroquial? No hemos pensado en ellos hasta este
tiempo porque no creímos que los efectos de la bomba circundaban la
ciudad entera. También, no quisimos ir a la ciudad salvo si fuera
extremamente necesario, porque pensamos que la población era
grandemente perturbada y que podría vengarse a cualquier extranjero que
ellos podrían considerar como espectadores maliciosos de su infortunio,
o hasta espías.
Padre Stolte y Padre Erlinghagen van por el camino que está ya lleno de
refugios y traen los que son gravemente lesionados que se han hundido
cerca del borde del camino a la estación provisional en la escuela
aldeana. Allí yodo es aplicado a las heridas pero son dejadas impuras.
Ni ungüentos ni otros agentes terapéuticos son disponibles. Esos que
fueron traídos a la casa se acostaban sobre el piso y nadie puede
darlos mas atención. ¿Que podría hacer cuando nos faltan todas medidas?
Bajo esas circunstancias, es casi inepto traerlos a la casa. Entre los
transeúntes, hay muchos que están ilesos. En una manera insensata y
vaga, perturbado por la magnitud del desastre la mayoría de ellos
corren por todas partes y nadie conceptúa el pensado de organizar ayuda
por iniciativa propia. Se ocupan del bienestar de sus familias propias.
Se hizo claro a nosotros durante estos días que los Japoneses mostraron
poco iniciativo, preparación, y destreza de organización por preparando
para catástrofes que siguen su curso. Cuando nosotros los estimulamos a
tomar parte en el trabajo de salvamento, hicieron todo gustosamente,
pero hicieron poco por iniciativa propia.
A cerca de cuatro horas en la tarde, un estudiante de teología y dos
niños a la edad de kindergarten que vivían a la Casa Parroquial y
edificios colindantes que han encendido, entraron y dijeron que Padre
Superior La Salle y Padre Schiffer han estado dañados gravemente y que
se refugiaron en el Parque Asaro a la ribera. Es obvio que tenemos que
admitirlos en nuestra casa porque están demasiado débiles para venir
aquí a pie.
Apresuradamente, obtenemos dos estridores y siete de nosotros corremos
de prisa hacia la ciudad. Padre Rektor pasa con comida y medicina. Como
acercamos a la ciudad, hay más y más evidencia de destrucción y es más
difícil avanzarnos. Las casas a la fuera de la ciudad están dañadas
severamente. Muchas se han derrumbado o se han reducido a cenizas. Mas
hacia el centro, casi todas las residencias han estado dañadas por
fuego. Donde la ciudad estaba, hay una enorme cicatriz quemada.
Avanzamos por el camino sobre la ribera entre los escombros que
quemaban y ahumaban. Dos veces somos forzados al río mismo por el calor
y el humo al nivel de la calle.
Personas quemadas terriblemente hacen senas a nosotros. De camino, hay
muchos muertos y moribundos. Sobre el Puente Misasi, que llega a la
sección central, una procesión larga de soldados que han sufrido de
quemaduras nos juntó. Se arrastran con la ayuda de estacas o son
traídos por sus camaradas menos dañadas...una procesión de infortunados
continua.
Abandonado sobre la puente hay un número de caballos con cabezas
subidas y grandes quemaduras sobre sus costados. Al lado extremo, la
estructura de cemento del hospital local es el único edificio que queda
recto. Su interior, no obstante, ha estado quemado. Actúa como un mojón
para encaminarnos.
Finalmente llegamos a la entrada del parque. Una grande porción de la
población se ha refugiado allí, pero mismo los arboles del parque
ardiendo en algunos lugares. Caminos y puentes están cerrados por los
troncos de arboles caídos y están casi impasibles. Nos dijeron que un
viento fuerte, que podría resultar de la ciudad ardiente, había
arrancado grandes arboles. Ahora es muy obscuro. Solamente los
incendios, que están ya violentos en algunos lugares a una distancia,
emiten un poquito de luz.
A la esquina extrema del parque, sobre la ribera misma, reunimos con
nuestras colegas. Padre Schiffer está tan pálido como una fantasma.
Tiene una herida incisa y profunda detrás de su oído y ha perdido tanto
sangre que nos preocupamos de sus chances para supervivencia. El Padre
Superior ha sufrido de una herida profunda de la parte baja de su
pierna. Padre Cieslik y Padre Kleinsorge tienen lesiones menores pero
están completamente agotados.
Mientras que comen la comida que hemos traído con nosotros, nos dicen
de sus experiencias. Estuvieron en sus cuartos a la Casa
Parroquial--fue un cuarto después de las ocho, exactamente el tiempo
cuando oímos la explosión en Nagatsuke--cuando vinieron luz intensa y
el sonido de ventanas que rompieron inmediatamente después. Fueron
cubiertos por astillas de vidrio y fragmentos de despojos. Padre
Schiffer fue enterrado debajo de una porción de una pared y sufrió de
una lesión severa de la cabeza. El Padre Superior recibió la mayoría de
sus astillas en su espalda y su extremidad más baja de la que sangró
copiosamente. Todo fue agitado en los cuartos mismos, pero el armazón
de madera quedó intacto. La solidez de la estructura que fue el trabajo
de Compadre Gropper brilló otra vez.
Tenían la misma impresión que teníamos en Nagatsuke: que la bomba
detonó en su vecindad cercana. La iglesia, la escuela, y todos los
edificios en la vecindad inmediata se han derrumbado. Debajo de las
ruinas de la escuela, niños gritaban para auxilio. Fueron librados con
esfuerzo grande. Algunos otros fueron salvados también de las ruinas
por residencias cercanas. Mismo Padre Superior y Padre Schiffer,
despecho sus heridas, prestaron ayuda a otros y perdieron un montón de
sangre en el proceso.
Durante el tiempo medio, incendios que comenzaron a una distancia lejos
vienen más cerca. Fue obvio que todo fue a ser consumido por el fuego.
Algunos objetos fueron salvados de la Casa Parroquial y fueron
enterrados en el claro delante de la Iglesia, pero no podría encontrar
ciertos objetos de valor y necesidades que fueron conservadas en caso
de fuego a causa de la confusión. Es la hora de huir, como las llamas
que se aproximan no dejan un camino. Fukai, el secretario de la Misión,
está fuera de juicio. No quiere abandonar la casa y explica que no
quiere sobrevivir la destrucción de su patria. Está completamente
ileso. Padre Kleinsorge le arrastra por la casa sobre su espalda y es
llevado vigorosamente.
Debajo de los despojos de las casas de camino, muchos están atrapados y
gritan para estar salvados de las llamas que se vienen. Tienen que
estar abandonadas a su suerte. El camino al lugar al que quiere huir no
está claro y tiene que avanzar por el Parque Asano. Fukai no quiere
avanzarse y se queda. (No hemos oído de él desde ése.) En el parque,
nos refugiamos sobre la ribera del río. Ahora un torbellino muy
violento comienza a arrancar grandes arboles, y los eleva muy alta en
el aire. Mientras llega al agua, un pico de manguera forma que es
aproximadamente 100 metros de altura. La violencia de la tempestad pasa
por suerte. A una distancia, sin embargo, donde muchos refugiados se
han abrigado, muchos son soplados al río. Casi todos en la vecindad
están lesionados y han perdido parientes que fueron inmovilizados
debajo de los despojos o que fueron perdidos durante la evacuación. No
hay ayuda para las heridas y algunos mueren. Nadie presta atención al
hombre muerto que está cerca.
La transportación de nuestros heridos es difícil. No es posible curar
sus heridas correctamente en la obscuridad, y sangran otra vez cuando
los movimos. Mientras les llevamos sobre literas temblorosas en la
obscuridad sobre los arboles caídos del parque, sufrieron dolor
intolerable como resultado del movimiento, y pierden cantidades
peligrosas de sangre. Nuestro ángel de salvamento en este situación
difícil es un pastor japonés y protestante. Ha llevado un barco y
ofrece traer nuestros heridos río arriba a un lugar donde progreso es
más fácil. Antes de todo bajamos la litera que contiene Padre Schiffer
en el barco y dos de nosotros lo acompañamos. Nos proponemos revolver
el barco para el Padre Superior. El barco vuelve casi una media hora
después y el pastor pide que algunos de nosotros ayudemos para salvar
dos niños que hemos visto en el río. Los salvamos. Tienen quemaduras
severas. Pronto toman frío y mueren en el parque.
El Padre Superior es transportado en el barco de la misma moda que
Padre Schiffer. El estudiante de teología y yo lo acompañamos. Padre
Cieslik se considera tan fuerte para avanzar a pie a Nagatsuke con los
demás de nosotros, pero Padre Kleinsorge no puede caminar tan lejos y
lo dejamos y prometemos de volver para él y la ama de casa mañana. Del
otro lado del río viene un relincho de caballos que son amenazados por
el fuego. Bajamos sobre un banco de arena que se proyecta de la ribera.
Está lleno de heridos que se han refugiado allá. Gritan para ayuda
porque tienen miedo de que el río pueda elevar con el mar, y que cubra
el banco de arena. Ellos mismos están demasiado débiles para moverse.
No obstante, tenemos que avanzar de prisa y finalmente llegamos al
sitio donde el grupo que incluye Padre Schiffer espera.
Aquí una partida de salvamento ha traído una grande caja de pasteles de
arroz frescos pero no hay nadie para disribuirlos a los heridos
numerosos que están. Los distribuimos a ellos que están cerca y nos
servimos. Los heridos llaman para agua y venimos para ayudar a algunos.
Gritos para ayuda son oídos de una distancia, pero no podemos
acercarnos a los despojos de los que vienen. Un grupo de soldados viene
por el camino y su oficial nota que hablamos una lengua extraña.
Inmediatamente saca una espada, demanda estridentemente quien somos, y
amenaza cortarnos. Padre Laures, Hijo, toma su brazo y explica que
somos alemanes. Le aquietamos finalmente. Pensaba que seamos Americanos
que han saltado con paracaídas. Rumores de paracaidistas están en boca
de todos los ciudadanos. El Padre Superior que fue vestido solamente en
una camisa y pantalones, se queja de sentirse congelante, despecho la
noche cálida del verano y el calor de una ciudad ardiente. El único
hombre que tiene un abrigo se lo da a él y, por añadidura, le doy mi
camisa propia. Para mi, parece más confortable sin la camisa en el
calor.
Ahora es medianoche. Como no hay suficiente de nosotros para tripular
las dos literas con cuatro portadores fuertes, determinamos traer Padre
Schiffer a las afueras de la ciudad. De allí otro grupo de portadores
tiene que hacerse cargo a Nagatsuke; los otros tienen que volver para
salvar el Padre Superior. Soy uno de los portadores. El estudiante de
teología va en frente de nosotros para avisarnos de alambres, vigas, y
fragmentos de despojos numerosos que cierren el paso y que son
imposible que ver en la obscuridad. Despecho todas precauciones,
nuestro progreso está desatinado y nuestros pies se enmararan en el
alambre. Padre Kruer cae y lleva la litera consigo. Padre Schiffer está
mitad consciente a causa de la caída y vomita. Pasamos un hombre herido
que se siente solo entre los despojos calores y que hemos visto
previamente de camino.
Sobre el Puente Misasa, reunimos con Padre Tappe y Padre Luhmer, que
han venido de Nagatsuke para encontrarse con nosotros. Han roturado un
familia de los despojos de su casa derrumbada cerca de cincuenta metros
fuera del camino. El padre de la familia fue ya muerto. Han arrastrado
dos niñas y les han situado por el lado del camino. Su madre fue ya
atrapada debajo de algunas vigas. Ellos se han propongo completar el
salvamento y entonces avanzar de prisa para encontrarse con nosotros. A
las afueras de la ciudad, suprimimos la litera y dejamos dos hombres
para esperar hasta que ellos que van a venir de Nagatsuke aparecen. Los
demás de nosotros volvemos atrás para ir a traer el Padre Superior.
La mayoría de los despojos son consumidos por el fuego. La obscuridad
esconde amablemente las varias formas que están sobre la tierra. Oímos
llamadas para auxilio solamente de vez en cuando durante nuestro rápido
progreso. Uno de nosotros nota que el olor quemado notable le hace
acordar de cadáveres incinerados. La figura recta y acuclillando que
hemos pasado previamente ya está.
Transportación sobre la litera, que fue construida de tablas, tiene que
ser muy doloroso para el Padre Superior, cuya espalda está
completamente llena de fragmentos de vidrio. En un paso estrecho a la
fuera de la ciudad, un carro nos fuerza a la fuera del camino. Los
portadores de literas al lado izquierda caen a una zanja de dos metros
de profundidad que no podrían ver en la obscuridad. Padre Superior
esconde su dolor con un chiste seco, pero la litera que no está en una
pieza no puede estar llevada más lejos. Decidimos de esperar hasta que
Kinjo puede traer un carro de mano de Nagatsuke. Revuelve pronto con
uno que ha requisado de una casa derrumbada. Ponemos Padre Superior
sobre el carro y le transporta en carretilla por lo demás del camino,
evitando tanto como sea posible los hoyos en el camino.
A cerca de las cuatro y media de la mañana, llegamos finalmente al
Noviciado. Nuestra expedición de salvamento ha durado casi doce horas.
Regularmente, podría ir de detrás para adelante a la ciudad en dos
horas. Nuestros dos heridos fueron, por la primera vez, vestidos
propiamente. Duermo por dos horas sobre el piso; alguna otra persona ha
tomado mi cama. Entonces leo una misa en gratiarum actionem, como es el
7 de agosto, el aniversario de la fundación de nuestra sociedad.
Entonces nos incitamos a traer Padre Kleinsorge y otros conocimientos
(fuera de la ciudad).
Quitamos otra vez con el carro de mano. El día brillante ahora revela
el cuadro espantoso que la obscuridad de la noche pasada ha escondido
parcialmente. Donde la ciudad estaba todo, tan lejos como podía ver, es
un desierto de desechos y cenizas. Solamente algunos armazones de
edificios que están quemados en el interior quedan. Las riberas son
cubiertas con los muertos y los heridos, y el río ascendente ha
escondido algunos cadáveres. Por la calle ancha en el distrito
Hakushima, cadáveres desnudos y quemados son particularmente numerosos.
Entre ellos están los heridos que están ya vivientes. Algunos se
metieron debajo de autos y vagonetas quemados. Figuras heridas
espantosamente nos hacen señas y entonces se caen. Una vieja mujer y
una niña que ella tira caen a nuestros pies. Les ponemos sobre nuestro
carro y les transportan en carretilla a la hospital a la entrada de la
que hay un puesto de primero auxilio. Aquí los heridos están sobre el
piso duro, fila después fila. Solamente las heridas las más grandes son
curadas. Transportamos un otro soldado y una vieja mujer al lugar pero
no podemos mover todas las personas que son expuestas al sol. Sería
incesante y es cuestionable si los que podemos traer al puesto de
primer auxilio puedan salir vivientes, porque mismo aquí nada que es
eficaz puede ser hecho. Más tarde, nos cercioramos de que los heridos
están en los corredores quemados de la hospital y allí murieron.
Tenemos que avanzar a nuestra meta en el parque y somos forzados de
dejar los heridos a su destino. Avanzamos al lugar donde nuestra
iglesia estaba y desenterramos esas pocas pertinencias que hemos
enterrado ayer. Las encontramos intactos. Toda más ha quemado
completamente. En los despojos, encontramos pocos remanentes de
recipientes. En el parque, ponemos la ama de casa y una madre con sus
dos niños sobre el carro. Padre Kleinsorge se siente tan fuerte, con la
ayuda de Compadre Nobuhara, para avanzar a la casa a pie. El camino nos
toma pasando los muertos y los heridos en Hakushima otra vez. Partidos
de salvamento no están a la vista. Al puente Misasa está ya la familia
que ha salvado Padre Tappe y Padre Luhmer ayer de los despojos. Una
pieza de estaño ha estado situado sobre ellos para protegerles del sol.
No podemos traerles porque nuestro carro está lleno. Les da a ellos y a
otros cercanos agua para beber y decidimos de salvarles más tarde. A
las tres de la tarde, estamos otra vez a Nagatsuka.
Después de comer pocas golondrinas y un poquita de comida, Padres
Stolte, Luhmer, Erlinghagen y yo partimos otra vez y traemos la familia
a la casa. Padre Kleinsorge pide que salvamos también dos niños que han
perdido su madre y que estaban cerca de él en el parque. De camino,
fueron saludados por desconocidos que han notado que estaban en una
misión de compasión y que alabaron nuestros esfuerzos. Ahora nos
encontramos con grupos de individuos que traían los heridos sobre
literas. Cuando llegamos al Puente Misasa, la familia que ha estado
allá no está más. Podrían llevarse en el tiempo medio. Había un grupo
de soldados que trabajaban y ellos tomaron los que habían muerto ayer.
Más de treinta horas habían pasado antes que la primera partida de
salvamento llegó. Encontramos los dos niños y los llevamos afuera del
parque: un niño de seis años fue indemne, y una niña de doce años que
estuvo quemada por la cabeza, las manos, y las pierna, y que estuvo en
el parque por treinta horas sin ayuda. El lado izquierdo de su cara y
su ojo izquierdo fueron cubierto completamente con pus, de modo que
pensamos que había perdido el ojo. Más tarde cuando la herida fue
lavada, notamos que el ojo fue intacto y que los párpados han estado
unidos. Camino de nuestro domicilio, llevamos otro grupo de tres
refugios con nosotros. Ellos querían saber antes, sin embargo, de que
nacionalidad fuimos. Ellos, también tenían miedo de que podíamos ser
americanos que se lanzaron en paracaídas. Cuando llegamos en Nagatsuka,
acabó de anochecer.
Tomamos bajo nuestro cuidado un grupo de cincuenta personas que han
perdido todo. La mayoría de ellos estuvieron heridos y varios tuvieron
quemadas peligrosas. Padre Rektor atendió a las heridas tan bien como
podía con los pocos medicamentos que podíamos, con esfuerza, recoger.
Tuvo que limitarse en general a purificar las heridas de materia
purulenta. Hasta ellos con los quemados más pequeños están muy débiles
y todos sufren de diarrea. En las alquerías en la vecindad, casi por
todo, hay heridos también. Padre Rektor hacía visitas sucesivas y actuó
en calidad de un médico esmerado y fue un Samaritano excelente. Nuestro
trabajo fue, a juicio de la gente, un empuje para Cristiandad más
grande que todo de nuestro trabajo durante los largos años precedentes.
Tres de los que fueron gravemente quemados en nuestra casa murieron
dentro los próximos días. Repentinamente el pulso y respiraciones
cesaron. Es ciertamente una indicación de nuestro cuidado bueno que tan
pocos murieron. En las estaciones de auxilio oficiales en hospitales,
un tercero o una mitad de ellos que fueron llevados murieron. Ellos
reparten golpes a diestra y siniestra casi sin cuidado, y un por ciento
alto sucumbieron. Todo faltaba: médicos, asistentes, vendajes, drogas,
etcétera. En una estación de auxilio en una escuela de una aldea
cercana, un grupo de soldados hizo únicamente traer y cremar los
muertos detrás de la escuela.
Durante los días siguientes, procesiones pasaron por nuestra casa de
mañana hasta noche, y trajeron los muertos a un pequeño valle cercano.
Allí, en seis lugares, los muertos fueron quemados. La gente trajeron
su propia madera y hicieron la cremación ellos mismos. Padre Luhmer y
Padre Laures encontraron un hombre muerto en una casa cercana que fue
ya hinchado y emitió un olor espantoso.
Trataron sistemáticamente de encontrar nuestros conocidos y las
familias de refugios que habíamos asilado. Frecuentemente, después del
transcurso de varias semanas, alguien fue encontrado en una aldea
cercana o en un hospital pero no se encontraron muchos, y éstos fueron
aparentemente muertos. Tuvimos la suerte de encontrar la madre de los
dos niños que encontramos en el parque. Después de tres semanas, ella
vio a sus niños una vez más. Mientras la reunión fue alegre, había
lágrimas para ellos que no veremos otra vez.
La magnitud del desastre que sucedió en Hiroshima el 6 de agosto fue
reconstruido lentamente a la mente. Yo sobreviví la catástrofe y la
veía en partes, que fueron fusionadas gradualmente para darme una
imagen completa. Lo que pasó en la ciudad simultáneamente es como
sigue: Como resulta de la explosión de la bomba a las 8:15, casi la
ciudad entera fue destruida de un solo golpe. Solamente distritos
pequeños y remotos en las partes del sur y las partes orientales de la
ciudad escaparon destrucción total. La bomba detonó sobre el centro de
la ciudad. Como resultado del estallido, las casas japonesas pequeñas
en un diámetro de cinco kilómetros, que comprimió 99% de la ciudad, se
derrumbaron o fueron explosionadas. Ellos que estaban en las casas
fueron enterrados en las ruinas. Ellos que estaban en el aire libre
tuvieron quemadas como resulta de contacto con la substancia o los
rayos emitidos por la bomba. Donde la substancia golpeó en cantidad,
incendios comenzaron. Estos crecieron rápidamente.
El calor que se levantó del centro creó un torbellino que extendió
incendios por toda la ciudad. Ellos que fueron atrapados debajo las
ruinas no podían ser librados rápidamente, y ellos que fueron en las
llamas fueron casualidades. Tanto como seis kilómetros del centro de la
explosión, todas las casas fueron dañadas y muchas se derrumbaron y
prendieron fuego. Mismo a quince kilómetros, vidrios fueron rotos. Se
rumoreaba que aviadores del enemigo esparcieron una materia explosiva e
incendiaria por la ciudad y pues crearon la explosión y ignición.
Algunos mantuvieron que ellos vieron una paracaídas lanzada por los
aviones que traía algo que detonó a una altura de 1.000 metros. Los
periódicos llamaron la bomba una bomba atómica y notaron que la fuerza
del estallido resultó de la explosión de átomos de uranio, y que rayos
gamma fueron emitidos como resulta de éste, pero nadie sabía por cierto
algo que concernía la natura de la bomba.
¿Cuantas personas fueron sacrificios a esta bomba? Ellos que
sobrevivieron la catástrofe dijeron que el número de muertos fue a
menos 100.000. Hiroshima tuvo una población de 400.000. Datos
estadísticos oficiales mostraron que el número que murieron hasta el 1
de septiembre fue 70.000, sin incluir los desaparecidos.y 130,000
estaban heridos, entre ellos 43.500 estaban heridos gravemente.
Cálculos que hicimos nosotros mismos a base de grupos conocidos a
nosotros indican que el número de 100.000 no es demasiado alto. Cerca
de nosotros hay dos cuarteles, y en cada vinieron cuarenta trabajadores
coreanos. El día de la explosión, ellos trabajaron en las calles de
Hiroshima. Cuatro personas volvieron a un cuartel y dieciséis al otro.
600 estudiantes de la escuela de niñas protestantes trabajaron en una
fábrica, de las cuales solamente treinta o cuarenta volvieron. La
mayoría de las familias de campesinos en la vecindad perdieron uno o
más de sus miembros que trabajaron en fábricas en la ciudad. Nuestro
vecino, Tamuro, perdió dos niños y sufrió de una quemadura grande como
estuvo en la ciudad este día. La familia de nuestra lector perdió dos
miembros, padre y hijo; así, una familia de cinco sufrió la perdida de
dos a menos, incluyendo solamente los muertos y los que estaban heridos
gravemente. Allí el alcalde murió, y también el Presidente del Distrito
de Japón, el Comandante de la ciudad, un príncipe coreano que estuvo en
Hiroshima en calidad de oficial, y varios otros oficiales de alto
rango. Treinta y dos de los profesores de la Universidad fueron
asesinados o heridos gravemente. Los soldados estaban severamente
afectados. El Regimiento de Zapadores fue casi totalmente extirpado.
Los cuarteles estaban cerca del centro de la explosión.
Miles de heridos podrían estar salvados si habían recibido trato o
cuidado propios, pero nadie previo salvamento en una catástrofe de esta
magnitud; como la ciudad entera fue destruida de un solo golpe, todo lo
que fue ya preparado para emergencias fue destruido, y no había
preparaciones para los distritos remotos. Varios heridos murieron
porque sufrieron de desnutrición y en consecuencia no tenían la fuerza
para recobrar. Ellos que tenían su fuerza y recibieron cuidado sanaron
sus quemaduras. Había casos también, sin embargo, cuyo pronóstico
aparecieron bien, y murieron repentinamente. Había algunos también que
tenían solamente heridas pequeñas y murieron dentro de una semana,
después que inflamación de la faringe y de la cavidad oral tuvo lugar.
En primer lugar pensamos que fue el resultado de inhalación de la
sustancia de la bomba. Más tarde, una comisión estableció la tesis que
rayos gamma fueron emitidos al tiempo de la explosión, siguiente lo que
los órganos internos fueron heridos a la manera de irradiación de
Roentgen. Este produce una disminución de corpúsculos blancos.
Estoy enterado personalmente de varios casos en los cuales individuos
que no tenían quemaduras murieron más tarde. Catorce días después de la
explosión, Padre Kleinsorge y Padre Cieslik, que no tenían quemaduras
pero estaban cerca del centro de la explosión, se debilitaron. Hasta
este tiempo, los heridos sanaron normalmente, pero después los heridos
que fueron ya incicatrizados se empeoraron y están hasta la fecha (en
septiembre) cicatrizados incompletamente. El médico lo diagnosticó como
leucopenia. Así, parece como es verdad que la radiación afectó la
sangre. Yo soy de la opinión, sin embargo, de que su condición
debilitada fue parcialmente la causa de estos veredictos. Se rumoreaba
que las ruinas de la ciudad emitieron rayos mortíferos y que
trabajadores que fueron allí para ayudar a limpiarlo murieron, y que el
distrito central sería inhabitable por mucho tiempo. Dudo que ésta sea
la verdad como yo y otros que trabajaron en la área destruida poco
después de la explosión no sufrimos de estos efectos malsanos.
En esa época ninguno de nosotros oyó un arranque contra los americanos
de parte de los japoneses. No había ningún aparecido vengativo. Los
japoneses sufrieron de estos golpes como una parte de las fortunas de
guerraalgo que tienen que aguantar sin quejarse. Durante esta guerra
noté poco odio hacia los aliados de parte de la gente ellos mismo,
aunque la prensa trató de fomentar estos sentimientos. Después de las
victorias al comienzo de la guerra, se tenía al enemigo a menos, pero
cuando la ofensiva aliada obtuvieron ímpetu y especialmente después de
la llegada de los B-29s majestuosos, la habilidad técnica de América
llegó a ser un objeto de maravilla y admiración.
La anécdota siguiente indica el espíritu de los japoneses: Algunos días
después del bombardeo atómico, el secretario de la universidad nos vino
para sostener que los japoneses estuvieron listos para destruir San
Francisco por medio de una bomba igualmente efectiva. Es dudoso que él
creyó lo que nos dijo. Quería solamente convencernos de que los
japoneses fueron capaces de descubrimientos similares. En su orgullo
nacionalista se indujo a creerlo. Los japoneses insinuaron también que
el principio de la nueva bomba fue un descubrimiento japonés. Fue
solamente la falta de materias primas, ellos dijeron, que impidió su
construcción. En el tiempo medio, se rumoreaba que los alemanes
mejoraron el secreto y fueron listos para iniciar tal bombardeo. Se
decía que los americanos aprendieron el secreto de los alemanes, y que
ellos entonces terminaron su fabricación industrial.
Discutimos entre nosotros las éticas del uso de la bomba. Algunos lo
consideran en la misma categoría que gas tóxico y fueron contra su uso
sobre una población civil. Otros pensaban que en guerra total, como
pasaba en Japón, no había ninguna diferencia entre civiles y soldados,
y que la bomba misma tuvo el efecto de terminar el derramamiento de
sangre, como avisó a los japoneses que se rindiera para evitar
destrucción total. Me parece lógico que él que sustenta guerra total en
principio no puede quejarse de guerra contra civiles. El enigma del
asunto es si guerra total en su forma presente sea justificable, hasta
cuando sirve para un caso justo. ¿Es malo material y espiritual una
consecuencia que podría exceder el bueno que resulta? ¿Cuando nos darán
los moralistas a nosotros una solución a esta problema?
EL FIN DEL TEXTO DEL PROYECTO GUTENBERG DEL BOMBARDEO ATÓMICO DE
HIROSHIMA Y NAGASAKI
*** END OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK 2367 ***
Los Bombardeos Atomicos de Hiroshima y Nagasaki
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DESCRIPCIÓN DE LAS CIUDADES ANTES DE LOS BOMBARDEOS
DESCRIPCIÓN GENERAL DEL DAÑO A CAUSA DE LAS BOMBAS ATÓMICAS
LOS CALCULOS DE PRESIÓN DE CRESTA DE LA ONDA DEL ESTALLIDO
EFECTOS DE LOS BOMBARDEOS ATÓMICOS SOBRE LOS HABITANTES DE LAS CIUDADES
APÉNDICE: cuenta al testigo ocular de Padre Siemes
Este reporte describe los efectos de las bombas atómicas que
bombardearon las ciudades de Hiroshima y Nagasaki el 6 y el 9 de agosto
de 1945, respectivamente. Resume toda la información que...
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— End of Los Bombardeos Atomicos de Hiroshima y Nagasaki —
Book Information
- Title
- Los Bombardeos Atomicos de Hiroshima y Nagasaki
- Author(s)
- United States. Army. Corps of Engineers. Manhattan District
- Language
- Spanish
- Type
- Text
- Release Date
- October 1, 2000
- Word Count
- 25,175 words
- Library of Congress Classification
- D731
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- Public domain in the USA.